LORENZO RAMÍREZ: ¿Es la victoria de Trump la mecha para un gran cambio político en todo Occidente?
El gabinete de crisis en el gobierno de Alemania de Olaf Scholz tras la victoria de Donald Trump era de esperar, sostiene el periodista económico, Lorenzo Ramírez. “Lo más relevante es la victoria histórica de Trump en terreno demócrata”, con unos resultados que demostraron que Trump mantuvo su caldero de votos.
Los ciudadanos están altos de que le tomen el pelo, y Kamala se lo ha tomado. El germen de cualquier cambio político es el cansancio del ciudadano y no solo se verá en EEUU, sino también en países europeos que se plantean hasta los beneficios de estar dentro de la Unión Europea. “Este Trump es el Trump de 2016, está ahí porque es parte del sistema, no lo olvidemos”, reitera Lorenzo Ramírez.
El ministro Yoav Gallant está pidiendo al primer ministro israelí, Netanyayu que ponga la seguridad de los rehenes por encima de las necesidades políticas y Netanyahu no quiere.
El gobierno de España traspasa líneas rojas cada día y el presidente Pedro Sánchez “está usando la catástrofe de Valencia para chantajear al resto de partidos políticos”, con la idea de que aprueban los presupuestos generales o no enviarán dinero a las víctimas de la DANA. El periodista sostiene que ni habiendo presupuestos, el dinero no llegaría a Valencia.
“Si el ciudadano sigue tragando con Sánchez habría que replantearse si nos gusta ser idiotas”, reflexiona el periodista económico. En un contexto, donde el número de muertos y víctimas en la DANA de Valencia podrían haber sido bastantes menos, si el gobierno hubiera actuado antes, no una semana después.
El presidente de Ucrania, Zelensky fue uno de los primeros presidente en felicitar por redes sociales a Donald Trump, después de una visita donde presentaba su “Plan de Victoria” para la guerra de Ucrania. La nueva administración de Trump no tomará posesión ante mediados de enero y ahí vendrán los cambios y el plan de Trump de acabar con la guerra.
Otro de los grandes focos será el uso de crisis humanitarias provocadas por guerras y catástrofes naturales para impulsar una agenda tecnocrática, sostiene Lorenzo Ramírez.