La economía de Estados Unidos creció a un ritmo moderado desde mediados de febrero, pero las perspectivas se han empañado por las incertidumbres que se desprenden de la inflación y la guerra en Ucrania.
Este es el principal diagnóstico que se desprende del análisis realizado por la Reserva Federal. En vísperas de la próxima reunión de la Fed que tendrá lugar los días 3 y 4 de noviembre, el documento advierte de que las presiones de los precios siguen siendo altas y que las empresas están trasladando los aumentos de los costes a los consumidores. Es más, en varios distritos se ha informado de aumentos en el precio de la energía, metales y productos agrícolas.
La fuerte demanda permitió a las empresas repercutir estos aumentos de los costes a través de recargos por combustible en los fletes y las tarifas aéreas y, además, se ha visto un impacto negativo en las ventas debido a este aumento de los precios. En cuanto al empleo, sigue creciendo a ritmo moderado aunque se percibe una mayor rotación según informan las empresas. Aseguran que muchos de sus trabajadores se marcharon en busca de salarios más altos y horarios más flexibles.