El gabinete de seguridad de Israel ha autorizado al primer ministro, Benjamin Netanyahu, y al ministro de Defensa, Yoev Gallant, a decidir sobre la “forma y el momento” de la respuesta al último ataque con cohetes en los Altos del Golán; hubo 12 víctimas mortales. Tanto Israel como Estados Unidos señalan a Hezbolá como autor del ataque, pero el grupo armado libanés lo niega.
Israel no ha indicado qué tipo de represalia llevará a cabo, pero un medio del país, que cita a funcionarios israelíes, asegura que la respuesta será “limitada, pero significativa”, que podría apuntar a infraestructuras libanesas como puentes, plantas de energía, puertos o, más directamente, depósitos de armas o altos cargos de Hezbolá. Estados Unidos, aunque asegura que no desea una escalada en el conflicto en el norte de Israel, reitera su apoyo incondicional al gobierno de Netanyahu.
El aeropuerto de Beirut ha visto cancelados o retrasados vuelos por el miedo de las compañías al ataque israelí.