MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
Las zonas con restricciones al tráfico de vehículos en las ciudades europeas han aumentado un 40% en los últimos tres años, pasando de 228 en 2019 a 320 en 2022, a medida que las administraciones públicas avanzan en su compromiso para reducir las emisiones contaminantes.
Según un estudio realizado por EIT Urban Mobility, una iniciativa del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT), en colaboración con Abertis Mobility Services, estas restricciones de accesos tienen un importante papel a la hora de reducir la contaminación atmosférica y mejorar la calidad del aire, disminuir la congestión y mejorar la seguridad vial.
De hecho, la nueva ley de Cambio Climático y Transición Energética española exige a los municipios de más de 50.000 habitantes tener Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) implantadas antes de 2023, para lo que se están dando ayudas y subvenciones a los municipios para su aplicación.
Según el estudio, Milán y Barcelona son buenos ejemplos de una “clara identificación de los objetivo y medición del impacto”. En el caso de la ciudad italiana, el modelo de pasar de ZBE a cargo por congestión ha permitido reducir en un 38,5% los viajes diarios, contar con más modelos eléctricos e híbridos y reducir significativamente las emisiones.
En Barcelona, la ZBE restringirá gradualmente el acceso de los vehículos más contaminantes a toda la ciudad en función de la etiqueta ambiental asignada por el Gobierno español. Desde enero de 2021, la ZBE en Barcelona ha impulsado la renovación de la flota en la ciudad, con solo un 2% de vehículos que no cumple con los requisitos de bajas emisiones.
En cuanto a la tecnología que se debe usar para aplicar estos sistemas, está el reconocimiento automático de matrículas (ANPR), la comunicación de corto alcance (DSCR) y el Sistema Mundial de Navegación por Satélite (GNSS), entre otros.
Las tasas y tarifas de los conductores pueden depender de la hora del día (hora punta), del tipo de vehículo, de la distancia recorrida y del nivel de emisiones de dióxido de carbono (CO2) del vehículo o de la potencia y caballos del mismo.