“Las políticas energéticas de Europa son suicidas: tan malo es depender de Rusia como de EEUU”
Yolanda Moratilla, presidenta del Comité de Energía del IIE, cree que la llegada de Trump a la Casa Blanca traerá consigo una reactivación de la producción de gas y petróleo en Estados Unidos, lo que podría generar una oferta más abundante de estos recursos. No obstante, advierte que esto tiene sus riesgos, ya que la política energética de Trump podría hacer que Europa dependa aún más de Estados Unidos, lo que podría ser costoso a largo plazo. También sugiere que Europa, debido a su dependencia energética, podría suavizar algunas de sus políticas verdes en el futuro. Además, ve la posibilidad de que la relación de Europa con Rusia se recupere si la guerra en Ucrania se resuelve, lo que permitiría a Europa acceder de nuevo a gas ruso, más barato y cercano, en un escenario que beneficiaría a Europa y podría bajar los precios. Sin embargo, señala que las tensiones geopolíticas seguirán siendo una preocupación, ya que el mercado energético mundial está marcado por las demandas de Asia y las complejas relaciones entre Estados Unidos, Rusia y Europa.
Diego Mateos, experto energético, considera que la relación de Europa con Estados Unidos en términos energéticos es una espada de doble filo. Aunque Europa ha optado por depender del gas estadounidense tras la interrupción del suministro ruso, advierte que esta dependencia no es ideal. Señala que Europa podría haber seguido comprando gas más barato a Rusia a través de los gasoductos, como el Nord Stream 2, pero las decisiones políticas han cerrado esa opción. Además, resalta que la situación es problemática porque Europa está comprando gas a un precio más alto, debido a la importación de GNL de Estados Unidos. En su opinión, la mejor solución sería una diversificación de proveedores, lo que permitiría reducir la dependencia de un solo país y bajar los costos, a la vez que se evitarían los riesgos de enfrentamientos comerciales con Estados Unidos o Rusia.