MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
Las permutas de viviendas en España acumularon entre enero y julio 924 operaciones, la cifra más alta desde 2015, aunque todavía por debajo de los niveles de 2008, como ha recordado este martes en un comunicado el Consejo General de los Colegios Oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (Cgcoapi) de España.
La permuta de viviendas implica el intercambio de una vivienda por otra, aunque también suele ser habitual que estas operaciones queden vinculadas a la promoción, de forma que el propietario de un terreno ceda el solar a un promotor y reciba a cambio pisos, locales o parkings de la nueva construcción, como explica la asesora jurídica del Cgcoapi, Montserrat Junyet.
Este tipo de intercambios se suele asociar con épocas de crisis económicas, como ocurrió durante 2008, cuando se superaron las 7.000 permutas inmobiliarias. Junyet señala que ante la situación actual tras la pandemia es posible que algunas personas estén contemplando esta posibilidad, aunque no es “habitual” entre particulares y descarta que tenga recorrido en este ámbito.
“Es difícil que dos, inicialmente, vendedores consideren adecuado a sus intereses el producto del otro, lo que limita ya de por si este tipo de transacciones”, ha explicado.
Las permutas de viviendas carecen de limitaciones o requisitos especiales sobre el intercambio. Su tratamiento fiscal es similar a la compraventa y para realizar la operación se deben pagar los gastos de notaría, registro, plusvalía municipal y el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP).
Las permutas también afectan al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), por lo que Junyet recomienda que la permuta se realice entre viviendas con valores equivalentes.