MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
Las mujeres poseen unas menores competencias financieras que los hombres a pesar de tener una mayor educación general, según el informe ‘La brecha de género en competencias financieras’, elaborado por el Observatorio del Ahorro Familiar (OAF) y presentado este miércoles.
El 49% de las mujeres encuestadas respondió correctamente a las preguntas sobre competencias financieras en comparación con el 63% de los hombres. Los conceptos utilizados fueron la inflación, la diversificación, el interés simple y el interés compuesto.
Según los resultados, la inflación es el único de los conceptos en el que el conocimiento de las mujeres se sitúa por encima del de los hombres y es el que menos brecha presenta: el 69% de las mujeres respondieron correctamente a las preguntas sobre este concepto frente al 66% de los hombres.
El concepto financiero en el que se encuentra la brecha más pronunciada entre ambos sexos es la diversificación: el 52% de las mujeres contestaron bien, frente al 68% de los hombres. El concepto peor entendido por ambos es el interés compuesto, “cuya comprensión resulta crucial para abordar correctamente la gestión de los ahorros”, según destaca el Observatorio.
La brecha de género también se aprecia en lo que respecta al conocimiento de los productos de ahorro: solo un 29% de las mujeres encuestadas respondió correctamente a las preguntas sobre productos de ahorro frente al 49% de los hombres.
La menor diferencia se aprecia en los seguros ahorro, con nueve puntos porcentuales de diferencia entre unos y otros, mientras que la mayor se da en los bonos, sobre los que un 27% de las mujeres contestó correctamente frente al 50% de los hombres.
En cuanto a la percepción subjetiva que mujeres y hombres tienen de sus capacidades financieras con relación a sus verdaderos conocimientos, el estudio no encuentra diferencias de género significativas.
El estudio pone de relieve que las mujeres se decantan en mayor medida que los hombres por la opción de respuesta ‘no lo sé’ en todas las preguntas, lo que según las autoras “pone de manifiesto que es necesario incorporar la perspectiva de género en el diseño de estos estudios, para profundizar en las razones de este comportamiento diferencial en las respuestas”.