MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El Comité de Bienes Tecnológicos de Consumo (BTC) de Aecoc, que reúne a fabricantes y distribuidores de productos tecnológicos, prevé un 2022 de crecimiento plano o con una ligera subida para el sector, tras un 2021 que se cerró con un aumento del 2,9% en la facturación, según los datos presentados por GFK.
En concreto, el sector BTC espera un año en el que se recupere el consumo en las partidas más castigadas desde el inicio de la pandemia, como el ocio, la restauración y los viajes, lo que explicaría las expectativas de crecimiento contenido.
En relación a los datos de 2021, las empresas hacen una valoración positiva, especialmente porque la comparativa es respecto a un 2020 en el que ya se logró un crecimiento del 6,4%, lo que ilustra el buen comportamiento del sector de productos tecnológicos durante la pandemia.
Sin embargo, las empresas del comité sectorial de Aecoc reconocen que el crecimiento registrado se explica por los buenos resultados logrados en los primeros meses del año, ya que las cifras del último periodo de 2021 -con campañas claves como las de ‘Black Friday’ y Navidad- estuvieron por debajo de lo esperado.
“Los decrecimientos del año pasado coinciden con el empeoramiento de la situación sanitaria y la recuperación de algunas restricciones en las últimas semanas del año. Esta dinámica se podría arrastrar a principios de este año y esperamos que el segundo semestre sea más positivo”, ha explicado el responsable del área de BTC de Aecoc, Óscar Jiménez.
Por otro lado, y como ha ocurrido en otros sectores, la pandemia ha supuesto un impulso en el ‘ecommerce’ de los productos tecnológicos. Aun así, en 2021 las ventas en el canal ‘online’ cayeron un 3,7%, lo que supone un ligero descenso esperable tras un 2020 en el que se disparó un 60%.
Otro de los efectos de la pandemia ha sido el crecimiento de la demanda de productos tecnológicos y el tensionamiento de la cadena de suministro, aunque en menor proporción de los estimado inicialmente para la mayoría de categorías.
De cara al 2022, las empresas estiman que estas tensiones se mantengan durante el año y apuestan por la colaboración entre fabricantes y distribuidores para mejorar en sus previsiones y garantizar el aprovisionamiento de los productos más demandados.