MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
Las consultas relacionadas con las pólizas de seguros de viaje crecieron un 45% en el mes de mayo, según los datos recopilados por el Consejo General de Mediadores de Seguros.
Desde este órgano han explicado que la finalización del estado de alarma, el avance de la vacunación y la relajación de las medidas que restringían los movimientos, tanto dentro como fuera del país, han provocado el aumento en la contratación de viajes y paquetes vacacionales y, también, del interés de los usuarios por incluir un seguro adecuado.
Además, también recuerdan que muchas compañías han incluido coberturas específicas relacionadas con el Covid-19, como la cobertura de los gastos de anulación de viaje en España por positivo en Covid-19, la realización de PCR, la asistencia médica, hospitalización y transporte de retorno en caso de enfermedad, los gastos de estancias por cuarentena en destino si se contrae el virus durante el viaje o la prolongación de estancia en destino por cierre de fronteras relacionado con el Covid-19.
De hecho, desde el Consejo recuerdan que, hasta el momento, aproximadamente 15 países y regiones requieren un certificado de seguro que incluya de forma explícita, entre otras condiciones, la cobertura de los gastos de asistencia médica por coronavirus.
GASTOS PARA CUBRIR OTRAS CONTINGENCIAS ADEMÁS DEL COVID
Los mediadores recomiendan que, además de contratar un seguro que cubra las contingencias relacionadas con el Covid-19, se valore que el seguro incluya otras coberturas como garantías de anulación, gastos de repatriación (algo que los mediadores aconsejan que sea ilimitada por si, por ejemplo, hay que realizar una repatriación en un avión medicalizado), la cobertura de asistencia sanitaria o una buena cobertura de responsabilidad civil en el caso de que se produzcan daños a terceros.
Por último, también advierten sobre la importancia de vigilar las exclusiones como la participación en pruebas deportivas(profesionales o no), la ausencia de coberturas en personas de edades superiores a los 70, 75 u 80 años, la presencia de enfermedades crónicas o la ausencia de cobertura en prótesis como audífonos, lentillas o gafas.