MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
La Asociación Nacional Española de Fabricantes de Hormigón Preparado (Anefhop) ha advertido del riesgo de quiebra de todo el sector por culpa del precio de las materias primas, que está abocando a las empresas a una situación “nunca antes vivida en España”.
La patronal avisa de que sus empresas se encuentran actualmente ante contratos firmados con anterioridad a un precio que ya se ha quedado desfasado, por lo que considera que cumplir con esos suministros sería “completamente inasumible y suicida”, ya que incurrirían en “pérdidas importantísimas”.
Los precios de las materias primas comenzaron a dispararse en 2020 por problemas en la cadena de suministro causados por los confinamientos por el coronavirus y la posterior recuperación económica. Ahora, con la invasión de las tropas de Rusia sobre Ucrania y las sanciones económicas, la situación ha empeorado, todo ello a pesar de que los niveles de actividad “no estaban siendo malos”.
El problema viene de muchos frentes, porque en el coste de fabricación influye el precio del cemento, de los áridos, de los aditivos, el transporte de estas materias primas, de la energía eléctrica empleada en las plantas y del combustible de los camiones hormigonera y palas cargadoras de planta, todos ellos afectados por múltiples razones.
“El precio del gas, la escasez, y la amenaza de corte de suministro por parte de Rusia están llevando a esta tensión de precios que no se sabe dónde acabará. A eso hay que unir el incremento del precio de los derechos de CO2, con gran impacto en la producción de electricidad y de cemento”, explican desde Oficemen.
Por todo ello, de no resolverse esta situación, la patronal advierte de que “en poco tiempo se podría ver caer al sector, dejando grandes pérdidas, y con la consecuente paralización de obras, pérdidas de empleo y daños colaterales en servicios asociados”.
En la actualidad, hay más de 1.550 plantas de hormigón con más de 1.500 millones de euros de euros de facturación y con alrededor de 15.000 empleos directos. Por el momento, casi la mitad de los hornos del sector han tenido que paralizar su actividad.