El Banco Central Europeo (BCE) está trabajando ya en medidas para ajustar todos sus instrumentos y su hoja de ruta si las proyecciones de la entidad dan indicios de que las presiones inflacionistas van a ser diferentes en los próximos meses. Así lo ha asegurado la presidenta del instituto emisor, Christine Lagarde, durante la mesa redonda sobre Perspectivas de la Economía Global del Foro de Davos. Asimismo, ha reconocido que “todas las economías han subestimado la inflación”.
La jefa del BCE ha argumentado que gobiernos y organismos monetarios han “recibido una lección de humildad”, ya que al igual que erraron en calcular el repunte en las tasas de índice de precios al consumo (IPC), lo hicieron con la fortaleza de la economía, llegados a este punto de la pandemia, y la robustez del empleo. “La recuperación ha sobrepasado nuestras expectativas. Hace un año no sabíamos que nos íbamos a recuperar tan pronto y tan fuertemente”.
“Los éxitos científicos, concretamente las vacunas, han avanzado más rápido de lo que se pensaba y las políticas monetarias y fiscales se han combinado”, ha argumentado Lagarde. A su juicio, esto ha llevado a las economías a “ser víctimas de nuestro propio éxito”, algo que no evita “la dependencia de los datos”.