BRUSELAS, 26 (EUROPA PRESS)
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, espera que continúe el actual proceso de descenso de la inflación y ha pedido al Consejo de Gobierno del banco que tenga “confianza” en que alcanzará, de manera “sostenible” el objetivo de rebajarla hasta el 2%.
“Continuaremos aplicando un enfoque dependiente de los datos para determinar el nivel apropiado y la duración de la restricción, teniendo en cuenta las perspectivas de inflación, la dinámica de la inflación subyacente y la fortaleza de la transmisión de la política monetaria”, ha apuntado este lunes durante su intervención en el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia).
La francesa ha destacado que la inflación disminuyó ligeramente hasta el 2,8% en enero; mientras que los precios de la energía cayeron un 6,1% y la inflación de los alimentos, aunque todavía elevada, volvió a bajar hasta el 5,6%, reflejando principalmente una menor tasa de inflación de los alimentos procesados.
Por su lado, la inflación subyacente –excluida la evolución de los precios de la energía y los alimentos– también descendió hasta el 3,3%, lo que refleja una menor inflación en los bienes, mientras que la inflación de los servicios se mantuvo más persistente.
Mientras tanto, ha agregado, las presiones salariales siguen siendo “fuertes” y se espera que el crecimiento de los salarios se convierta en “un motor cada vez más importante” de la dinámica de la inflación en los próximos trimestres, lo que refleja la demanda de los empleados de compensación por inflación y los mercados laborales ajustados.
Al mismo tiempo, la contribución de los beneficios, que recientemente ha explicado gran parte del aumento de las presiones sobre los costos internos, está disminuyendo, lo que sugiere que, como se esperaba, los aumentos de los costos laborales están parcialmente amortiguados por los beneficios y no se están trasladando plenamente a los consumidores.
En cuanto a la preocupación que han expresado los eurodiputados por los riesgos de efectos secundarios, Lagarde ha subrayado que la política monetaria restrictiva del BCE, el fuerte descenso de la inflación general y el firme anclaje de las expectativas de inflación a largo plazo “actúan como salvaguardia frente a una espiral sostenida de precios y salarios”.
De cara al futuro, ha señalado que el BCE espera que la inflación siga ralentizándose, a medida que desaparezca el impacto de las anteriores perturbaciones alcistas y las estrictas condiciones de financiación contribuyan a reducir la inflación.
Después de que el Consejo de Gobierno del BCE decidiese, tras su reunión de enero, mantener sin cambios las tasas de interés, Lagarde ha vuelto a insistir en que si estas se mantienen durante un periodo “suficientemente largo”, contribuirán sustancialmente a garantizar que la inflación regrese a su objetivo del 2% en el momento “oportuno”.
Por otro lado, ha apuntado a una “deficiencia” en el impulso a las inversiones privadas para cerrar la brecha de financiación, ya que la Comisión Europea estima que se necesitarán unos 800.000 millones de euros adicionales por año para financiar las metas ambientales, climáticas y digitales de la UE.
“Nuestros mercados de capital siguen fragmentados y, como resultado, carecen de profundidad y liquidez, especialmente si se los compara con los de Estados Unidos”, ha advertido Lagarde, quien ha precisado el capital de riesgo de la UE, en relación con el tamaño de la economía, es sólo una pequeña fracción del tamaño -alrededor de una quinta parte- del capital de riesgo de Estados Unidos.
En este sentido, ha invitado a establecer medidas para promover y ampliar las opciones de financiación de las empresas europeas para invertir en las tecnologías necesarias para la doble transición.