MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
El Banco Central Europeo (BCE) decidió el pasado jueves bajar los tipos de interés por primera vez desde 2019, pero esto no significa que las tasas vayan a seguir una senda lineal descendente y el Consejo de Gobierno puede dejar pasar varias reuniones antes de volver a recortar el precio del dinero en la zona euro, según ha advertido la presidenta de la institución, Christine Lagarde.
“Hemos adoptado la decisión adecuada, pero esto no significa que los tipos de interés vayan a seguir una senda lineal descendente. Podrá haber períodos en los que volvamos a mantener los tipos”, subraya la francesa en una entrevista con los diarios ‘Expansión’, ‘Handelsblatt’, ‘Il Sole 24 Ore’ y ‘Les Echos’, recogida por Europa Press.
En este sentido, la presidenta del BCE insiste en que el BCE “necesitará más datos”, incluyendo sobre la evolución de los salarios, además de sobre cómo los beneficios unitarios están aumentando y absorbiendo parte de los costes laborales, y sobre productividad, puesto que son factores importantes que afectan a la inflación de los servicios, “que es nuestro punto débil”.
De tal modo, Lagarde reconoce que “es posible” que el Consejo de Gobierno del BCE extienda a más de un reunión los periodos de estabilidad de los tipos de interés, con especial atención a la evolución de los costes laborales.
“Si miramos nuestro indicador de los salarios, vemos hacia donde se dirige, pero podría haber baches en el camino”, advierte.
El pasado viernes, un día después de que el Consejo de Gobierno del BCE bajara los tipos de interés en 25 puntos básicos, el primer recorte desde 2019 en el caso de la facilidad de depósito y desde 2016 en el del tipo de refinanciación y de la facilidad de depósito, se conocía que la compensación por empleado en la eurozona, una de las referencias sobre la evolución salarial preferida por BCE, aumentó en el primer trimestre un 5,1%, acelerándose respecto del 4,9% del cuarto trimestre de 2023.
La subida de la compensación por empleado en la zona euro, a pesar de quedar por debajo del alza del 5,3% del tercer trimestre de 2023 o de los primeros tres meses del año pasado, superaba así las expectativas del consenso del mercado, que apuntaban a un incremento de alrededor del 4,6%.
De hecho, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, indicó durante su rueda de prensa del pasado jueves que con los datos entonces disponibles de 15 países la expectativa era de una subida anual del 4,7%.
De su lado, el dato sobre salarios negociados en la zona euro, publicado a finales de mayo, alcanzó el 4,69% interanual en el primer trimestre de 2024, acelerándose también respecto del alza del 4,45% en el último trimestre del año pasado.
A pesar de la aceleración de las últimas referencias salariales, Lagarde defendió la semana pasada que el rastreador de salarios del BCE apunta hacia una “disminución del crecimiento salarial”.
Por otro lado, de cara a futuras decisiones de política monetaria del Consejo de Gobierno, la presidenta del BCE advierte de que “dar indicaciones ahora, condicionando un período temporal, no es útil”, dado el elevado grado de incertidumbre existente.
“Nos ataríamos las manos en un momento en el que el viento y las olas agitan al barco, y no podríamos arriar las velas”, apostilla.