La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, advierte de que el carácter globalizado de la economía de la zona del euro la hace muy vulnerable a las perturbaciones sistémicas derivadas de las interrupciones de la cadena de suministro.
Por otro lado, insiste en que es poco probable que el actual repunte de la inflación sea duradero, al tiempo que promete seguir ayudando a la economía de la zona del euro mientras duren las secuelas de la pandemia. Los planes del BCE pasan por ampliar la capacidad de adquisición de bonos emitidos por la Comisión Europea para financiar los fondos de recuperación.
Cuenta Financial Times que algunos miembros del Consejo de Gobierno del organismo estarían dispuestos a apoyar la ampliación del límite de compras, por encima del 10%, de la deuda emitida por instituciones europeas con el objetivo de facilitar las emisiones de bonos de los fondos de recuperación.
En otros asuntos, el BCE avisa a los bancos de la región de que tendrán que estimar el riesgo que podrían enfrentar por el cambio climático tanto en sus operaciones crediticias como comerciales cuando se sometan a una prueba de estrés el próximo año.