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El crecimiento económico en la zona euro sufrió un inesperado estancamiento al cierre del año pasado, afectado por la incertidumbre política en sus principales economías. De acuerdo con Eurostat, el Producto Interno Bruto (PIB) del cuarto trimestre se mantuvo sin variación respecto a los tres meses anteriores, desafiando las previsiones de un modesto crecimiento del 0,1%.
Alemania y Francia, en retroceso
Alemania, la mayor economía de la región, experimentó una contracción del 0,2%, mientras que Francia registró una caída del 0,1%. La falta de dinamismo económico refleja las dificultades que enfrenta la zona euro para encontrar motores de crecimiento. En Alemania, la crisis del sector manufacturero continúa golpeando la producción, mientras que la confianza empresarial se ve amenazada por posibles sanciones comerciales desde Estados Unidos. Italia y Austria también informaron un PIB estancado, subrayando la fragilidad económica de la región.
El Banco Central Europeo, el guardián de la inflación
En respuesta a este panorama, el Banco Central Europeo (BCE) podría intervenir con una reducción en su tasa de depósito, situándola en 2,75%. Sin embargo, el organismo sigue priorizando el control de la inflación. En España, por ejemplo, los precios al consumidor aumentaron un 2,9% en el último mes, superando las expectativas del mercado. Además, la incertidumbre sobre las futuras políticas comerciales estadounidenses también está generando preocupación entre los inversores.
Escenario político y empresarial
La incertidumbre política también está jugando un papel clave. En Alemania, la proximidad de elecciones anticipadas genera expectativas sobre posibles cambios en la dirección económica del país. Friedrich Merz, líder del bloque conservador CDU/CSU, se perfila como un fuerte contendiente para reemplazar al canciller Olaf Scholz, con promesas de recortes de impuestos y menos regulaciones.
En Francia, la economía también enfrenta un entorno desafiante. Tras el impulso generado por los Juegos Olímpicos de París, el crecimiento del gasto de consumo se ha desacelerado, mientras que la inversión empresarial se ha estancado. Además, la crisis presupuestaria ha llevado al gobierno a recurrir a medidas provisionales para evitar un cierre. Las tensiones podrían intensificarse con el debate del presupuesto 2025, en el que el primer ministro Francois Bayrou enfrentará una votación crítica sobre su plan de impuestos y gastos.
Un punto positivo: España y otras economías en crecimiento
A pesar de la incertidumbre generalizada, algunos países de la región muestran signos de resiliencia. España reportó un crecimiento del 0,6% en su PIB, consolidándose como la economía con mejor desempeño en la zona euro. Portugal y Lituania también registraron cifras positivas, lo que indica que aún hay focos de crecimiento dentro del bloque.
El desafío para la zona euro en 2025 será recuperar la confianza y encontrar nuevas fuentes de expansión económica en medio de un entorno global incierto.