La promesa de Putin, la incomprensible broma de Biden y el lío de Stoltenberg y el “régimen alemán”
Vladimir Putin reapareció y trata de traidores a los insurrectos en Rusia ante un Prigozhin que se encuentra en paradero desconocido. Les deja opción a enristrase en el ejército ruso o volver con sus familias, pero no quiere ya el presidente ruso que sigan yendo por libre como grupo de mercenarios. “Ahora pueden seguir sirviendo a Rusia o volver con sus familias a Bielorrusia”. “La promesa que di será cumplida”. Y explicita la “gravedad del error que cometieron”. Y la pregunta en Occidente es clara: ¿ha jugado con todo esto una carta para desestabilizar a Rusia? John Kirby, secretario de Defensa del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, lo aclaraba también. La broma de Joe Biden, en cambio, lanzando al aire la gracia de que “ha vendido secretos de estado”, se hace incomprensible por parte de un presidente de los Estados Unidos en un contexto de guerra fría donde la preocupación geopolítica es creciente.