MADRID/SAN SEBASTIÁN, 3 (EUROPA PRESS)
La primera jornada de huelga en Ibermática ha terminado con un seguimiento que los representantes sindicales han calificado como “importante”, especialmente en Madrid y en País Vasco según han trasladado fuentes sindicales a Europa Press.
Dichas fuentes han apuntado que el primero de una serie de paros ante el bloqueo de la extensión del convenio colectivo de la empresa, en proceso de venta a Ayesa, ha terminado con la compañía accediendo a una reunión que tendrá lugar el próximo lunes.
Los sindicatos habían convocado concentraciones en Barcelona, Bilbao, Madrid, San Sebastián y Vitoria. Los actos han tenido una alta afluencia, no obstante, la generalización del teletrabajo en la empresa hace que los sindicatos no se aventuren a dar cifras de seguimiento concretas.
En el caso del País Vasco, los sindicatos ELA y CC.OO. han calificado de “amplio” el seguimiento. Decenas de trabajadores se han concentrado a primera hora de la mañana en las sedes de la compañía de los tres territorios y luego han protagonizado a mediodía protestas, tras una pancarta con el lema ‘Por un futuro para Ibermática’, ante la sede en Bilbao de Kutxabank, accionista de la compañía; en el Boulevard donostiarra y en la plaza de la Virgen Blanca, en Vitoria-Gasteiz. También ha habido concentraciones en Barcelona y Madrid.
Durante los actos de protesta, en los que han denunciado el “bloqueo” de la negociación por parte de la dirección de la empresa, se ha leído un comunicado conjunto emitido por ambos sindicatos, donde han recordado que hace casi un año el Comité Intercentros de Ibermática denunció ya el convenio colectivo, cuya vigencia terminaba el 31 de diciembre del 2021, con el objeto de iniciar la negociación para su renovación.
Desde entonces, y tal y como ha explicado en la concentración de Bilbao la representante de ELA, Iratxe Larrazabal, la empresa ha mantenido sobre la mesa unas condiciones para la renovación “totalmente insuficientes porque no garantizan el poder adquisitivo de los trabajadores y plantean subidas salariales muy por debajo del IPC real”.
Igualmente ha criticado que la dirección de la compañía “no ha hecho ningún esfuerzo por acercar posturas en todo este tiempo, proponiendo mejoras salariales que, en el contexto actual, llevan a la plantilla a la pérdida de poder adquisitivo”.
Larrazabal ha criticado asimismo que la firma no ha aludido durante las negociaciones a otras condiciones que la parte sindical considera “importantes”, ya que se debe tener en cuenta de que buena parte de la plantilla “teletrabaja y tiene unas condiciones laborales que, en muchos casos, se pueden calificar de complicadas”.
Tras recordar que la parte sindical está dispuesta a hablar siempre y cuando la empresa “desbloquee la actual situación”, la representante de ELA ha recordado que el comité intercentros decidió desconvocar la huelga anunciada a mediados de octubre, “después de que la empresa hiciera un llamamiento a la negociación y a intentar acercar posturas”, ha apuntado.
Sin embargo, y después de tres reuniones mantenidas desde entonces, “las conclusiones a las que llegamos son las mismas, ya que la empresa no ha movido ficha en sus planteamientos, por lo que comité decidió convocar no una, sino tres jornadas de huelga.
En este punto, el comité ha destacado que, el pasado año, Ibermática obtuvo un beneficio “un 55% superior al del año anterior, que, a su vez, fue un 22% superior al de 2019” y que las previsiones de crecimiento para los próximos años son también “muy positivas”.
Por otra parte, han apuntado que “el anuncio a finales de agosto de la venta del 100% de la empresa a Ayesa ha supuesto un nuevo factor de incertidumbre entre la plantilla, que se une a la preocupación por el bloqueo del convenio”. Las próximos dos jornadas de paro previstas serán el martes que viene y el 10 de noviembre.
El comité ha recordado que las movilizaciones se acordaron después de unas asambleas donde la participación de las plantillas fue “de las más altas de la historia de la compañía”, votando casi el 90% de los asistentes a favor de “rechazar” la última propuesta de la dirección e ir a la huelga.