MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
La Organización Mundial del Comercio (OMC) ha anunciado este miércoles que prevé que el comercio mundial de mercancías se recupere “gradualmente” este año tras la contracción experimentada en 2023 y que el PIB global avance un 2,6% este año y un 2,7% el siguiente.
Así, en el informe ‘Perspectivas y estadísticas sobre el comercio mundial’ avanza que que el volumen del comercio mundial de mercancías debería aumentar un 2,6% en 2024 y un 3,3% en 2025 después de la disminución del 1,2% registrada en 2023.
Las presiones inflacionistas deberían contenerse este año y permitir que los ingresos reales vuelvan aumentar, especialmente en las economías avanzadas, lo que dará un impulso al consumo de productos manufacturados.
En este sentido, ya se observa “claramente” la recuperación de la demanda de productos comerciables en 2024, con unos índices de nuevos pedidos de exportación que apuntan a una mejora de las condiciones para el comercio a comienzos de año.
Sin embargo, debido a los conflictos regionales, las tensiones geopolíticas y la incertidumbre acerca de la política económica, existe un “gran riesgo” de tener que revisar las previsiones a la baja.
“Estamos avanzando hacia la recuperación del comercio mundial, gracias a la resiliencia de las cadenas de suministro y al sólido marco multilateral de comercio, que son fundamentales para mejorar los medios de subsistencia y el bienestar”, ha afirmado la directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala.
“Es imperativo que mitiguemos riesgos como los conflictos geopolíticos y la fragmentación del comercio para mantener el crecimiento económico y la estabilidad”, ha resuelto.
En 2023, el volumen de comercio cayó un 1,2%, aunque el descenso fue mayor en términos de valor, y las exportaciones de mercancías disminuyeron un 5% hasta situarse en 24,01 billones de dólares (22,38 millones de euros).
La evolución del comercio en el sector de los servicios fue más alentadora, ya que las exportaciones de servicios comerciales aumentaron un 9%, hasta alcanzar un valor de 7,54 billones de dólares (7,03 millones de euros), lo que compensó en parte la disminución del comercio de mercancías. De estos, 4,25 billones de dólares (3,96 millones de euros) se prestaron digitalmente.
Los volúmenes de importación disminuyeron en la mayoría de las regiones, pero especialmente en Europa, donde registraron una “brusca caída”. Las principales excepciones fueron las grandes economías exportadoras de combustibles, cuyas importaciones se vieron sostenidas por fuertes ingresos de exportación, dado que los precios de la energía siguieron siendo “elevados” en comparación con los niveles históricos.
El informe, ha estimado, además, que el crecimiento del PIB mundial a tipos de cambio del mercado se mantendrá “mayormente estable” durante los dos próximos años, en el 2,6% en 2024 y el 2,7% en 2025, después de haber disminuido al 2,7% en 2023 frente a un 3,1% en 2022.
El contraste entre el crecimiento sostenido del PIB real y la desaceleración del volumen real del comercio de mercancías está vinculado a las presiones inflacionistas, que hicieron que disminuyera el consumo de bienes que son objeto de un comercio intensivo, en particular en el Viejo Continente y América del Norte.
En 2024, se espera que los eventos deportivos que se celebrarán en Europa en verano, así como la flexibilización de los requisitos de visado por varios países, impulsen el turismo y el transporte de pasajeros.
RIESGOS DE DETERIORO
De cara al futuro, el documento ha advertido de que las tensiones geopolíticas y la incertidumbre política podrían limitar el alcance de la recuperación del comercio. Los precios de los alimentos y la energía podrían volver a sufrir fuertes subidas a causa de los acontecimientos geopolíticos, como las perturbaciones en el mar Rojo.
Aun así, las tensiones geopolíticas han afectado “marginalmente” al comercio, pero no han desencadenado una tendencia sostenida hacia la desglobalización. El comercio bilateral entre los Estados Unidos y China, que alcanzó un máximo sin precedentes en 2022, creció un 30% menos en 2023 de lo que lo hizo su comercio con el resto del mundo.
Además, el comercio mundial de bienes intermedios distintos de los combustibles, que permite hacerse una idea de la situación de las cadenas de valor mundiales, disminuyó un 6% durante 2023.
“Algunos gobiernos se han vuelto más escépticos sobre los beneficios del comercio y han adoptado medidas encaminadas a relocalizar la producción y reorientar el comercio hacia los países amigos. Las perturbaciones en dos de las principales rutas marítimas del mundo también están poniendo a prueba la resiliencia del comercio”, ha explicado el economista jefe de la OMC, Ralph Ossa.
“Ante esta situación de constantes perturbaciones, tensiones geopolíticas e incertidumbre política, penden riesgos sobre las perspectivas comerciales que inclinan desfavorablemente la balanza”, ha resumido.