MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
El índice compuesto de indicadores líderes (CLI), que sirve a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de ‘termómetro económico’ para detectar cambios de tendencia, sugiere una pérdida de impulso del crecimiento de las economías avanzadas en los próximos meses, frente al que la economía española ofrece síntomas de estabilización.
“El crecimiento puede perder impulso en el área de la OCDE en su conjunto durante los próximos seis a nueve meses”, según los últimos indicadores CLI para el ‘think tank’ de los países más ricos, que respaldan la visión presentada la semana pasada por la OCDE, que revisó a la baja sus previsiones de crecimiento mundial por el impacto de la guerra en Ucrania y las continuas interrupciones de la cadena de suministro.
De este modo, el último dato de la OCDE se sitúa en 99,88 puntos, frente a los 99,99 del mes anterior, lo que resulta en un retroceso mensual de 0,11 puntos y de 0,90 en un año, incluyendo un deterioro de la lectura de la zona euro, cuyo CLI se sitúa en 99,67, frente a los 99,85 del mes anterior, lo que sugiere una pérdida de impulso del crecimiento en la región.
De este modo, los CLI se encuentran ahora en los niveles de tendencia a largo plazo o por debajo de ellos en la mayoría de las principales economías de la OCDE, “empujados a la baja por la alta inflación y la baja confianza de los consumidores”, por lo que los indicadores “apuntan a una pérdida de impulso de crecimiento en la zona del euro en su conjunto, incluidos Alemania, Francia e Italia, y también en el Reino Unido y Canadá”.
En contraste, los CLI continúan apuntando a un crecimiento estable en los Estados Unidos y Japón.
SIGNOS DE ESTABILIZACIÓN EN ESPAÑA.
En el caso de España, el retroceso del CLI se limita a siete centésimas respecto del mes anterior, hasta los 99,74 puntos, lo que supone un descenso de 0,41 puntos respecto del nivel de un año antes.
Sin embargo, a pesar de la continuación de la contracción, “el CLI de España muestra signos tentativos de estabilización”, indicó a Europa Press un portavoz de la OCDE.
En este sentido, las contribuciones negativas de los servicios y la matriculación de automóviles nuevos se ven parcialmente compensadas por las expansiones registradas en la construcción, ante las expectativas sobre el empleo futuro, y las manufacturas.
Asimismo, “cabe destacar que el indicador de confianza del consumidor y precio de las acciones se mantuvo sustancialmente estable”.
La OCDE ha advertido de que las incertidumbres en curso relacionadas con la guerra en Ucrania y la Covid-19 están dando como resultado fluctuaciones más altas de lo habitual en los componentes de CLI, por lo que “deben seguir interpretándose con cuidado y su magnitud debe considerarse como una indicación de la fuerza de la señal y no como una medida del crecimiento de la actividad económica”.