MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
La mitad de las facturas se abonaron con retraso en España, con un período medio de pago (PMP) de 80 días durante el último trimestre de 2023, 20 días por encima del plazo máximo fijado por la ley 15/2010, según se desprende de los datos del Observatorio de Morosidad, elaborado por Cepyme, con datos de Cesce e Informa D&B.
En concreto, el PMP promedio en 2023 fue de 81,8 días, el más bajo desde 2017, pero algo superior al de 2015 (81 días) y “muy por encima” del período máximo legal, según ha explicado Cepyme.
En este sentido, la organización ha señalado que la morosidad persistente penaliza de manera especial a las pymes, con un coste financiero de 2.600 millones de euros, un 50% más que en el mismo período del año anterior.
Cepyme ha indicado que la evolución del PPM se debe a varios factores como la inflación, que continúa por “encima de lo normal”, con una media subyacente del 3,8% en diciembre de 2023, los altos tipos de interés y el euríbor medio del segundo semestre del año pasado (4,04%), siendo el mayor desde 2008, según la confederación.
EL PMP AUMENTA EN LAS GRANDES EMPRESAS
Por tamaño de empresa, las más grandes registraron por quinto trimestre consecutivo el mayor aumento del PMP, con un incremento de 11 días, alcanzando las 88,7 jornadas, según Cepyme.
El PMP se redujo, en cambio, en las microempresas en términos interanuales, con una caída de 0,8 días, hasta los 75,4 de media, mientras que las compañías pequeñas y medianas mantuvieron sus respectivos PMP en los mismos niveles que en el cuarto trimestre de 2022 (79,6 y 83,3 días, respectivamente).
Asimismo, la Confederación ha destacado la diferencia máxima entre los PMP de las distintas comunidades autónomas, que alcanza los 24,7 días, comparando el mayor PMP registrado en Murcia (93,2 días) con el menor de Baleares (68,5 días).
50,3% DE LAS FACTURAS SE PAGARON DE FORMA PUNTAL
En el conjunto de las pymes, las facturas pagadas de forma puntual alcanzaron al 50,3% del total, siendo la mayor proporción desde marzo de 2020. Además, la confederación ha observado que el porcentaje de facturas satisfechas en el plazo pactado es mayor cuanto menor es el tamaño de la empresa.
En las microempresas, el 51,2% de las facturas fueron pagadas puntualmente, la mayor proporción de los últimos tres años y medio, según Cepyme. Al mismo tiempo, las facturas pagadas con una demora superior a 30 días fueron el 12,3% del total (1 punto porcentual más que hace un año), manteniéndose por cuarto trimestre consecutivo por encima del 12%.
Asimismo, en las pequeñas empresas la proporción de pagos puntuales llegó al 47,8% (+4,1 puntos porcentuales interanual), siendo la mayor proporción desde junio de 2018.
En las compañías medianas, durante el cuarto trimestre de 2023, un 30,2% de las facturas se pagó de forma puntual (+2 puntos porcentuales interanual). Es el porcentaje más elevado desde marzo de 2018. Al mismo tiempo, las facturas pagadas con un retraso superior a los 30 días se mantuvieron en el 6,4% del total.
EL COSTE FINANCIERO DE LA DEUDA COMERCIAL ASCENDIÓ UN 50% El coste financiero de la deuda comercial para las pymes se incrementó un 50% en el cuarto trimestre de 2023 respecto al ejercicio anterior, alcanzando los 2.600 millones de euros.
En concreto, el coste de la ‘deuda que no está en mora’ ascendió a casi 1.500 millones de euros en el cuatro trimestre, mientras que la ‘deuda morosa’ rondó los 1.200 millones, un 44% más que un año antes.
Así, la deuda comercial del conjunto de pymes a finales de 2023 rondaba los 177.000 millones de euros, de los cuales, 67.800 millones corresponden a firmas medianas y los restantes 109.200 millones, a empresas pequeñas, según los datos obtenidos por la confederación.
En concreto, el estudio ha reflejado que la deuda comercial de las firmas pequeñas equivale al 51% de sus ventas, 3 puntos menos que hace un año y la más baja al menos desde 2004.
En cambio, la deuda comercial de las compañías medianas equivale al 70% de sus ventas. Aunque es un punto porcentual menos que al final de 2022, supone una proporción mayor que la de cualquier trimestre en el periodo 2014-2019.
Cepyme ha concluido que esta “mayor restricción” del crédito comercial por parte de las firmas más pequeñas es consecuencia de su “mayor vulnerabilidad” a un entorno económico con una inflación y tipos de interés “más elevados” y una acceso “más difícil” al crédito.