Ha participado el 61,79% de los accionistas
BARCELONA, 10 (EUROPA PRESS)
La junta general ordinaria de accionistas de 2024 de Banco Sabadell ha dado luz verde, con la aprobación de todos los puntos del día, a la distribución de un dividendo de 0,03 euros por acción correspondiente al ejercicio 2023 y la reducción de capital social de la entidad por un importe máximo de 340 millones de euros mediante un programa de recompra de acciones para su amortización.
El evento se ha celebrado este miércoles en el Auditorio de la Diputación de Alicante, con la presencia o representación de 80.050 accionistas titulares, lo que supone el 61,79% del capital social.
La junta también ha aprobado el nombramiento de Ana Colonques como consejera independiente en sustitución de José Manuel Martínez, y la reelección de Mireya Giné como consejera independiente.
Los accionistas también han aprobado las cuentas anuales –balance, cuenta de pérdidas y ganancias, estados de cambios en el patrimonio neto del ejercicio, estados de flujos de efectivo y memoria–, así como el informe de gestión de Banco de Sabadell y de su grupo consolidado.
SINDICATOS
Durante la junta, diferentes representantes sindicales han criticado el aumento de la carga de trabajo y de la presión comercial en la plantilla, así como las dificultades en las negociaciones por el nuevo convenio.
Delegados de CC.OO., Alta, Fine, Intersindical y UGT también han criticado el aumento de remuneraciones de la alta dirección del banco y que parte de la plantilla tenga el salario congelado por tener complementos absorbibles.
Oliu ha explicado que el banco “estaba en precario, donde lo que estaba más en precario era el mantenimiento del empleo” tras la crisis financiera de 2008 y que ahora las condiciones empiezan a ser válidas.
Ha añadido que durante la negociación del convenio, el banco debe ver la manera de que sus empleados estén “mayoritariamente satisfechos” con sus condiciones.
González-Bueno ha recordado que en 2023 hubo un incremento del salario base del 4,5% para el 55% de la plantilla con menor retribución y se ha mostrado convencido de que se podrá alcanzar un acuerdo que “deje a todos satisfechos o a todos razonablemente insatisfechos”.
También ha habido dos intervenciones de la campaña Banca Armada, en las que se ha pedido a la dirección del banco que no se financie a empresas de armamento ni se invierta en aquellas que fabrican armas.
Oliu ha asegurado que no acepta “que el banco sea cómplice” de hechos que se le han atribuido en conflictos armados y respeto a los derechos humanos.
Ha recordado que el banco tiene restricciones importantes relacionadas con el sector de defensa: “El banco no invierte ni financia empresas vinculadas con el desarrollo, fabricación, distribución, almacenamiento, transferencia o comercialización de armas controvertidas”.