Wall Street respira tranquilo tras el último dato de inflación PCE. La última lectura muestra que la inflación disminuyó levemente en comparación con el año pasado en junio, lo que ayudó a abrir el camino para una bajada de tipos de interés ampliamente esperada en septiembre.
El índice de precios de los gastos de consumo personal aumentó un 0,1% en el mes y un 2,5% respecto del año anterior, en línea con las estimaciones del mercado. El aumento interanual en mayo fue del 2,6%, mientras que la medición mensual se mantuvo sin cambios.
Sin embargo, la nota negativa la ha puesto la inflación subyacente. La lectura anual no ha bajado como se esperaba y se ha mantenido en el 2,6%. Los expertos insisten en que esto no supone una decepción demasiado grave respecto a expectativas, por lo que la reacción de los mercados ha sido positiva.
Los funcionarios de la Reserva Federal utilizan el indicador PCE como su principal base para medir la inflación, que continúa por encima del objetivo a largo plazo del 2% del banco central.