
La tasa de inflación en la primera economía del mundo cae del 3,5% de marzo al 3,4% en abril, en línea con lo esperado. En términos desestacionalizados y comparado con el mes anterior, el IPC avanzó un 0,3%. La vivienda y la gasolina son los que más han contribuido al aumento, con más del 70%. El índice básico de precios al consumidor, que no incluye alimentos ni energía, creció un 3,6% interanual y un 0,3% intermensual. El IPC subyacente se enfría por primera vez desde hace seis meses y abre la puerta para que la FED tenga más motivos para recortar los tipos de interés. Sin embargo, algunos expertos opinan que no habrá bajadas este año o, si las hay, serán a partir de septiembre, cuando más datos avalen el argumento de que la inflación está bajando con constancia.