La inflación de China se mantuvo estable en mayo, pero la subyacente apunta a que Pekín necesitaría tomar más medidas para incrementar la débil demanda interna y una recuperación económica.
El IPC de mayo subió un 0,3% respecto al mismo mes de 2023, sin variación sobre el dato de abril y por debajo de la previsión de 0,4%. Los precios al productor, por su parte, en deflación desde 2022, cayeron al 1,4%, más lentamente de lo previsto.
Los precios al consumidor se han mantenido estables por el débil consumo chino, pese a las medidas de apoyo, que se revelan insuficientes, especialmente para la crisis inmobiliaria. Los expertos aseguran que se necesita una nueva ronda de medidas de estímulo fiscal y monetario.