La inflación anual en la zona euro cerró el año en un 2,4 % en diciembre, marcando el tercer mes consecutivo de aumento, según Eurostat. Este repunte, impulsado por el incremento en los costos de la energía y los servicios, sigue complicando las decisiones del Banco Central Europeo para equilibrar la recuperación económica con el control de los precios.
El alza de diciembre, alineada con las previsiones de los analistas, representa un aumento desde el 2,2 % de noviembre. Aunque el BCE ha implementado recortes de tasas desde mediados del año pasado, la inflación básica se ha mantenido en 2,7 % durante cuatro meses consecutivos, mientras que la inflación en servicios subió ligeramente al 4%. El PMI manufacturero ya terminó en contracción.
Costos de energía y efectos de base
El repunte reciente marca un cambio respecto a la tendencia de moderación observada a principios del año pasado, cuando los efectos estadísticos de precios energéticos más bajos temporales habían llevado la inflación por debajo del 2%. Los precios energéticos volvieron a subir en diciembre, lo que contribuyó significativamente a las presiones inflacionarias. El BCE ha advertido que el regreso a su objetivo del 2% será “accidentado” y que la persistencia en servicios podría retrasar la estabilización.
Perspectivas de políticas y riesgos
La tasa de depósito, situada actualmente en el 3%, sigue siendo percibida como restrictiva para el crecimiento. Se espera que el BCE mantenga su enfoque gradual, con posibles reducciones de 25 puntos básicos en los próximos meses. No obstante, algunos miembros del Consejo de Gobierno abogan por mantener abierta la opción de recortes más profundos si las condiciones económicas empeoran.
Las preocupaciones sobre el impacto de las políticas comerciales de Estados Unidos, lideradas por Donald Trump, podrían añadir nuevas complicaciones. Según Klaas Knot, del banco central holandés, la introducción de aranceles podría desestabilizar los precios en Europa a través de la importación de bienes chinos a costos más bajos, exacerbando las tensiones deflacionarias.
Un largo camino hacia la estabilidad
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, se mostró optimista sobre la mejora gradual de las condiciones inflacionarias. Sin embargo, reiteró que alcanzar un camino sostenible hacia el objetivo de precios llevará tiempo, con expectativas de avance firme en 2025. El ajuste salarial y la desaceleración del mercado laboral serán factores clave en esta evolución.
En conjunto, la evolución inflacionaria de la eurozona plantea una disyuntiva entre estimular el crecimiento económico y mantener la estabilidad de precios, un reto que mantendrá la atención de los mercados en los próximos trimestres.