El IPC de la Eurozona se mantuvo en el 2,4% en abril, mientras que el de la Unión Europea se situó en el 2,6%. En España, sin embargo, la inflación subió hasta el 3,3% en ese mismo periodo, por lo que se abre la brecha entre la economía española y el resto de la Zona Euro. Las mayores subidas de la inflación entre los 27 han sido en Rumanía, Bélgica y Croacia, mientras que las inflaciones más bajas fueron en Lituania, Dinamarca y Finlandia.
En abril se moderaron los precios de la energía (0,6%) y el coste de los servicios (3,7%), mientras que subieron los alimentos frescos (1,2%) y los bienes industriales no energéticos (0,9%). La subyacente bajó dos décimas, del 2,9% al 2,7%.