La economía de la eurozona creció más de lo esperado en el segundo trimestre gracias a que el crecimiento de otros países palió la contracción económica alemana. Francia, España e Italia siguen creciendo, especialmente las dos primeras, y eso compensó la caída del 0,1% alemán debida a un descenso en la inversión en equipos y edificios. Irlanda registró el crecimiento más fuerte en el trimestre, un 1,2%. El PIB de la eurozona aumentó un 0,3%, por encima del 0,2% previsto por los analistas.
Pese al dato favorable, se constata un crecimiento desigual en la región y eso se convierte en un reto para el Banco Central Europeo, que debe decidir si mantiene o mueve las tasas en septiembre. Ya advirtió que la expansión será moderada en 2024, especialmente por los augurios sobre Alemania; los expertos del Ifo, según Bloomberg, aseguran que está sumida en una crisis y que los datos no van a mejorar en el tercer trimestre.