BRUSELAS, 6 (EUROPA PRESS)
El pleno del Parlamento Europeo ha instado este miércoles a la Comisión Europea a evitar el “regateo perjudicial” con aquellos Estados miembro que “abusan” de su poder de veto en la toma de decisiones a Veintisiete para frenar avances en el proyecto europeo, tal y como consideran que hizo Hungría al impedir el acuerdo para imponer una tasa mínima del 15% a las multinacionales.
Con una resolución adoptada con 450 votos a favor, 132 en contra y 55 abstenciones, los eurodiputados reunidos en Estrasburgo (Francia) llaman al Gobierno de Viktor Orban a desbloquear el acuerdo que permita a la UE alinearse con el compromiso alcanzado ya a nivel internacional en el seno de la OCDE, al tiempo que abogan por actuar bajo la “cooperación reforzada” que permitiría a los Estados miembro avanzar sin el apoyo de Budapest.
También advierten de que tanto Bruselas como los Veintisiete deben “abstenerse de aprobar” el plan de recuperación y resiliencia húngaro –necesario para que Budapest acceda a los fondos anticrisis de la UE– hasta que el Gobierno húngaro haya cumplido totalmente con todos los criterios establecidos (en referencia a las garantías en materia de Estado de derecho).
El pleno reivindica así en el texto aprobado que ni el Ejecutivo comunitario ni el Consejo deben entablar un “regateo perjudicial con los Estados miembro que abusan de sus vetos nacionales” y defienden que la unanimidad que se requiere para aprobar las decisiones a Veintisiete necesita también “un alto nivel de responsabilidad” de los gobiernos, de acuerdo al principio de cooperación sincera que recogen los Tratados de la UE.
Por ello, los eurodiputados piden que a más largo plazo los Estados miembro sean conscientes de las “ventajas” de los procedimientos condicionados a votaciones por mayoría cualificada y anima al Ejecutivo comunitario a “relanzar” los debates para introducir de manera progresiva este método de aprobación para las cuestiones fiscales.
Por otro lado, la resolución de la Eurocámara apunta asimismo que las reglas fiscales a escala europea y mundial no están ya adaptadas a la economía contemporánea porque “favorecen” la evasión fiscal y el fraude y otorgan a las multinacionales “ventajas inaceptables” en la competencia con pymes y dañan el Mercado Único.