MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
La compañía eléctrica alemana E.ON registró en el conjunto de 2022 un beneficio neto atribuido de 1.831 millones de euros, lo que supone una contracción del 61% respecto a las ganancias contabilizadas en 2021, según se desprende de la cuenta de resultados que ha publicado este miércoles la empresa.
La facturación neta entre enero y diciembre fue de 115.660 millones de euros, un 49,5% más. Por segmentos de negocio, la división de venta de electricidad a clientes finales creció un 56,6%, hasta 96.221 millones de euros, mientras que la rama de redes energéticas se situó en 20.258 millones, un 10,9% más.
E.ON ha indicado que los ingresos contabilizados por los negocios no clave se situaron en 1.060 millones de euros, un 35% menos que en el conjunto de 2021.
Por otro lado, la compañía contabilizó un impacto positivo de 73.193 millones de euros por el cambio de valor de las divisas y, sobre todo, por la fluctuación de los derivados financieros relacionados con las materias primas. Esta cifra es un 59,5% superior a la de 2021.
El coste de los materiales en 2022 se disparó un 39,1%, hasta 108.627 millones de euros, mientras que los gastos de personal se situaron en 5.437 millones de euros, 400 millones de euros menos que doce meses antes. El resto de costes operativos se duplicaron, hasta 71.736 millones de euros.
La eléctrica alemana tiene previsto proponer en la próxima junta de accionistas, que se celebrará el 17 de mayo, la distribución de un dividendo en efectivo de 0,51 euros por acción, un 4,1% más que la cantidad abonada en 2021.
De cara ya a 2023, E.ON ha anticipado otro “año de crisis” con un beneficio neto ajustado de entre 2.300 y 2.500 millones de euros. “No podemos permitir que nos domine una falsa sensación de seguridad. Los precios mayoristas han caído, pero permanecen en niveles increíblemente altos para los estándares prebélicos”, ha advertido el consejero delegado de E.ON, Leonhard Birnbaum.