El PIB de China en el segundo trimestre creció un 4,7% interanual, desde el 5,3% previo y pese a que se esperaba un 5,1%. Las cifras refuerzan la opinión de que la recuperación del gigante asiático es frágil y necesita de más ayudas.
Tampoco acompañan los datos de ventas minoristas de junio, que aumentaron un 2% cuando se esperaba un 3,4% y la cifra previa había sido un 3,7%. El consumo chino está en mínimos de 18 meses por las presiones deflacionarias.
China ha publicado también cifras de producción industrial que, en este caso, son más altas de lo esperado: un 5,3% frente al 5% previsto, aunque venía de un dato previo del 5,6%.
Vistas las cifras, los analistas prevén que serán necesarias más ayudas para llegar al objetivo de crecimiento económico del 5% este mismo año. Goldman Sachs ya ha reducido su pronóstico de crecimiento para China al 4,9% desde el 5%.
La bolsa china cayó tras la publicación de los datos económicos y también el yuan, aunque se recuperaron al cierre confiando en que se aplicarían mayores estímulos.