El suministro de petróleo alcanzará un nuevo récord en 2024, impulsado por Estados Unidos, Brasil y Guyana
MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
El crecimiento de la demanda mundial de crudo se frenará de manera sustancial este año, cuando el aumento del consumo de petróleo estimado por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) será la mitad que el registrado en 2023 y quedará incluso por debajo del avance previsto en el suministro.
De tal modo, la agencia adscrita a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) calcula que la demanda mundial de petróleo en 2024 crecerá en 1,2 millones de barriles diarios (mb/d), prácticamente la mitad que el aumento de 2,3 mb/d observado en 2023.
En su boletín petróleo de enero, la AIE señala que el uso del crudo como combustible se vio frenado el año pasado por la culminación de la recuperación post-Covid y un crecimiento del PIB por debajo de la tendencia en las principales economías, así como por las mejoras en la eficiencia energética y la electrificación del parque de vehículos.
De tal modo, en el transcurso de 2023, el ritmo de crecimiento de la demanda fuera de China se desaceleró significativamente, a unos 300.000 barriles diarios en promedio durante el segundo semestre, mientras que prevé que China seguirá liderando el crecimiento de la demanda de petróleo en 2024.
Asimismo, desde el lado de la oferta, la agencia pronostica que el suministro mundial de petróleo aumentará en 1,5 mb/d hasta un nuevo máximo de 103,5 mb/d en 2024, impulsado por Estados Unidos, Brasil, Guyana y Canadá, igual que sucedió en 2023, mientras que se espera que la producción de la OPEP+ se mantenga prácticamente estable con respecto al año pasado, suponiendo que los recortes voluntarios adicionales que comenzaron este mes se eliminen gradualmente en el segundo trimestre de 2024.
Por otro lado, el informe de la AIE apunta que las crecientes tensiones geopolíticas en Oriente Próximo, que representa un tercio del comercio marítimo de petróleo del mundo, “tienen a los mercados en vilo a principios de 2024” ante el riesgo de que una escalada del conflicto perturbe aún más el flujo de petróleo a través de puntos críticos del comercio, aunque subraya que la producción de petróleo y GNL no se ha visto afectada.
“El riesgo de interrupciones en el suministro mundial de petróleo debido al conflicto de Oriente Próximo sigue siendo elevado, en particular para los flujos de petróleo a través del mar Rojo y, fundamentalmente, el Canal de Suez”, añade, advirtiendo de que la principal ruta marítima alternativa alrededor del cabo de Buena Esperanza en África extiende los viajes hasta dos semanas, lo que aumenta la presión sobre las cadenas de suministro globales y aumenta los costes de flete y seguros.