Israel podría sufrir escasez de misiles interceptores mientras refuerza sus defensas aéreas ante las crecientes amenazas de Irán y sus aliados, según advierten expertos de la industria militar, exfuncionarios y analistas a FT. Estados Unidos ha respondido rápidamente para ayudar a Israel a cubrir estas carencias, anunciando el despliegue de una batería del sistema antimisiles Thaad (Defensa Terminal de Área a Gran Altitud) el domingo, ante la expectativa de un ataque de represalia israelí contra Irán que podría desencadenar una escalada regional.
Los expertos ponen el punto de mira en las reservas estadounidenses de armas, que están abasteciendo simultáneamente a Ucrania e Israel, y señalan que se acercan a un punto crítico. Mientras, las fábricas de armamento de Israel trabajan ininterrumpidamente, algunas de ellas las 24 horas los 7 días de la semana.
El sistema de defensa aérea de Israel, compuesto por la Cúpula de Hierro, la Honda de David y el sistema Arrow, ha logrado interceptar la mayoría de los ataques con misiles y drones provenientes de Irán y sus aliados en la región. Israel reportó una tasa de éxito del 99% en abril, tras derribar una salva de drones y misiles lanzados por fuerzas iraníes y sus milicias aliadas. Sin embargo, el país tuvo menos éxito durante otro ataque iraní masivo a principios de octubre, cuando más de 180 misiles balísticos impactaron en varias ubicaciones clave.
El despliegue del sistema Thaad por parte de EE. UU. busca reforzar las capacidades defensivas de Israel en un momento crítico, cuando el gobierno de Benjamin Netanyahu prepara una posible ofensiva en respuesta a los ataques iraníes, que Teherán afirmó fueron en venganza por la muerte de líderes de Hamás y Hezbolá. A pesar de semanas de ofensivas israelíes contra Hezbolá en el Líbano, la organización ha demostrado que aún puede atacar profundamente en Israel, habiendo lanzado ataques a más de 60 kilómetros de la frontera.
El pasado domingo, un dron de Hezbolá mató a cuatro soldados israelíes en una base militar, lo que destaca la capacidad de la milicia libanesa para seguir golpeando a Israel. Fuentes citadas por FT aseguran que Hezbolá solo ha utilizado una fracción de su arsenal, disparando unos cientos de cohetes al día, lejos de los 2000 que puede llegar a lanzar.
Los analistas sugieren que Israel podría verse obligado a priorizar la defensa de ciertos objetivos si las reservas de interceptores continúan disminuyendo. Más de 20.000 cohetes y misiles han sido disparados contra Israel desde Gaza y el Líbano en el último año, según datos oficiales.
Mientras, Israel se prepara para responder el ataque previo de Irán; según medios israelíes, Benjamin Netanyahu se habría puesto de acuerdo con Yoav Gallant, ministro de Defensa, sobre la respuesta a Irán, aunque la decisión tendría que ser aprobada por el gabinete de seguridad de Israel. Medios estadounidenses han publicado que el ataque de represalia respetaría las infraestructuras nucleares y energéticas del país de los ayatolás, centrándose solo en objetivos militares; sin embargo, un comunicado del gabinete del primer ministro israelí aseguraba que Israel actuaría según su propia conveniencia.