MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
La cuota de solidaridad, la cotización para la parte del salario que no cotiza por superar la base máxima de cotización, introducida en la segunda pata de la reforma del sistema de pensiones para mejorar los ingresos de la Seguridad Social, incorporará un elemento adicional de progresividad con tramos según el sueldo, según han informado fuentes del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
La propuesta inicial pactada entre el Gobierno y los sindicatos contemplaba arrancar esa cuota en el 1% en 2025, para ir aumentando a un ritmo de 0,25 puntos por año hasta llegar al 6% en 2045 (5% a cargo de la empresa y 1% a cargo del trabajador).
Sin embargo, durante su exposición en la Comisión de Seguimiento de Toledo en el Congreso, el miércoles por la tarde, el diputado del Pdecat Genís Boadella propuso introducir ese elemento adicional de progresividad por tramos de salario, algo que el Gobierno ha aceptado y que aparecerá en el texto que se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
De esta forma, no se aplicará por igual a todos los sueldos, sino que dependerá de la parte de salario que quede por encima de esa base máxima.
Así, a partir de 2025, se aplicará una cuota de solidaridad del 0,92% a los salarios que vayan de la base máxima a un 10% superior. El siguiente tramo, que irá desde el 10,1% de la base máxima hasta el 50%, contará con una cuota de solidaridad del 1%. Por último, el tramo de salarios con una base máxima por encima del 50% tendrá una cuota del 1,17%, según fuentes del Ministerio.
En 2045, cuando la cuota esté desplegada al completo, el primer tramo tendrá una cuota 5,5%, al segundo tramo se le aplicará un tipo del 6%, y al tercero, del 7%.
El Gobierno considera que con la introducción de estos tres tramos se consigue cierta progresividad, para gravar más a los salarios que más se alejen de la base máxima de cotización.
Fuentes de la Seguridad Social han especificado que esta cuota no se aplicará a los autónomos, sino solo a aquellos trabajadores que coticen en el Régimen General.
Desde el Ministerio que dirige José Luis Escrivá explican que los autónomos estarán exentos de la cuota de solidaridad, ya que se les ha aplicado, desde este año, el nuevo Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) por ingresos reales, que tiene un periodo de transición de nueve años, hasta 2032, por lo que el Gobierno veía precipitado incorporar, también, la cuota de solidaridad sin saber cómo evolucionaría el nuevo RETA y ha preferido evitarlo por prudencia.
FORTALECIMIENTO DE LOS INGRESOS
Con esta reforma, el Gobierno pretende mejorar los ingresos de la Seguridad Social a través de tres vías: la citada cuota de solidaridad, un fortalecimiento del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) y una subida de las bases máximas de cotización.
El objetivo es proteger al sistema para los años de mayor tensión, la década de los 40 de este siglo, cuando se jubile la generación del ‘baby boom’.
Para finales de esa década, el Ministerio calcula que la cuota de solidaridad tendrá una aportación al PIB de algo más de 1 décima, mientras que la de la subida de las bases máximas se estima entre 4 o 5 décimas. En el caso del MEI, el cálculo de aportación al PIB será de otra décima.
Fuentes de la Seguridad Social admiten que estas proyecciones, y la reforma en sí, han sido posibles gracias a la reforma laboral, de la que esperan que haga desaparecer las cifras de desempleo de doble dígito y mejore los salarios de los trabajadores.