La Corte Penal Internacional (CPI) emitió el jueves una orden de arresto contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el ex ministro de Defensa, Yoav Gallant. Según informó el fiscal de la CPI, Karim Khan, las órdenes fueron solicitadas en mayo bajo la acusación de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad cometidos en la Franja de Gaza.
El tribunal indicó que tiene motivos razonables para considerar a Netanyahu y Gallant responsables del crimen de guerra de utilizar el hambre como arma de guerra contra la población palestina, así como de cometer actos inhumanos. La CPI subrayó que no había justificación para restringir la ayuda humanitaria en Gaza, y destacó que las acciones de Netanyahu y Gallant privaron a una porción significativa de la población civil de sus derechos fundamentales. Además, señaló que ambos líderes contaban con medidas disponibles para evitar estos crímenes, pero decidieron no implementarlas.
Paralelamente, la CPI también emitió una orden de arresto contra Mohammed Diab Ibrahim al-Masri, líder de las Brigadas Al Qassam de Hamás, acusándolo de crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra dirigidos contra Israel. Se informó que Al-Masri pudo haber muerto en un ataque israelí durante el verano, aunque Hamás se ha negado a confirmar su fallecimiento, afirmando que sigue con vida.
Por su parte, la oficina del primer ministro Netanyahu calificó la decisión de la CPI como “antisemita” y la rechazó categóricamente. En un comunicado, defendió las acciones de Israel en Gaza, afirmando que “no hay nada más justo que la guerra que Israel ha estado liberando” en la región. Por su parte, el presidente de Israel, Isaac Herzog, también condenó la decisión del tribunal, calificándola como “un día oscuro para la justicia y la humanidad”.
Herzog argumentó que la resolución de la CPI desvirtúa el concepto de justicia universal y la convierte en un “hazmerreír global”, deshonrando los esfuerzos de quienes han luchado por la justicia desde la Segunda Guerra Mundial. También criticó al tribunal por ignorar la difícil situación de los rehenes israelíes capturados por Hamás y mantenidos en condiciones inhumanas en Gaza, así como por omitir el contexto del ataque masivo que Israel sufrió el 7 de octubre de 2023. Según Herzog, la CPI ha optado por ponerse “del lado del terror y el mal”, en detrimento de la democracia y la libertad”.
El gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, se sumó al rechazo de las órdenes de arresto de la CPI. Un portavoz de la Casa Blanca dijo a Barak Ravid, corresponsal de asuntos exteriores de Axios, que Washington está hablando actualmente sobre los “próximos pasos” a tomar. “Seguiremos profundamente preocupados por la prisa de la Fiscalía por solicitar órdenes de arresto y los preocupantes errores de proceso que llevaron a esta decisión. Estados Unidos ha sido claro de que la CPI no tiene jurisdicción sobre este asunto”, remarcó el portavoz.
Hamás y Borrell se alinean con la decisión de la CPI
Bassem Niam, miembro del buró político de Hamás, consideró que las órdenes de arresto emitidas por la CPI representan, según el, un paso importante hacia la justicia. Además, acusó a la administración del presidente estadounidense, Joe Biden, de obstruir procedimientos y de intimidar al tribunal y a sus jueces. Sin embargo, en sus comentarios Naim no se refirió a la orden de arresto contra Mohammed Deif.
El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, también se mostró a favor de la CPI, afirmando que la decisión no es política y que “tiene que ser respetada e implementada”. Borrell añadió que las órdenes de la CPI son vinculantes y que todos los países miembros de la corte están obligados a aplicarla.