MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
La confianza de los empresarios alemanes se ha desplomado en marzo como consecuencia de la guerra en Ucrania, que ha provocado un histórico hundimiento de las expectativas, según refleja el índice elaborado por el Instituto de Investigación Económica de Múnich (Ifo), que se ha situado en los 90,8 puntos desde los 98,5 del mes pasado, su peor lectura desde junio de 2020.
El sustancial empeoramiento de la confianza observado en marzo responde al derrumbe de las expectativas de los empresarios alemanes, ya que el subíndice correspondiente caído hasta los 85,1 puntos desde los 98,4 de febrero, lo que supone el mayor deterioro mensual de la serie histórica, superando incluso el registrado al declararse la pandemia de Covid-19.
Asimismo, aunque de manera menos intensa, los empresarios alemanes han empeorado su evaluación de la coyuntura actual, lo que ha situado el subíndice correspondiente en 97 puntos, frente a los 98,6 de febrero.
“La confianza en la economía alemana se ha derrumbado”, ha reconocido Clemens Fuest, presidente del Ifo, señalando que el histórico desplome de las expectativas sugiere que las empresas alemanas “esperan tiempos difíciles”.
Esta semana, el Ifo ya había revisado a la baja sus previsiones de crecimiento para Alemania como consecuencia del impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania, que será especialmente sensible en la evolución de los precios de las materias primas y la demora en resolver los cuellos de botella que lastran la actividad.
De este modo, el escenario base del Ifo asume un aumento temporal en los precios de las materias primas, así como de los cuellos de botella en el suministro y de la incertidumbre, donde el PIB crecerá en 2022 solo un 3,1%, frente al 3,7% previsto anteriormente, mientras que en 2023 la expansión alemana sería del 3,3%, cuatro décimas más que en la proyección anterior.
En un segundo escenario alternativo, el Ifo contempla un mayor empeoramiento inicial de la situación, pero una mejoría a partir de mediados de este año, lo que llevaría a un crecimiento del PIB del 2,2% en 2022 y a un rebote del 3,9% en 2023.
Como resultado de los precios más altos de las materias primas, la inflación prevista será significativamente más alta este año, alcanzando el 5,1% en el escenario base o el 6,1% en el alternativo, mientras que de cara al próximo año el Ifo pronostica una moderación del alza de los precios hasta el 1,8% y el 2,2%, respectivamente.
El esperado debilitamiento del impulso económico se reflejará en la evolución del mercado laboral, donde la institución anticipa que la disminución del paro se ralentizará notablemente a partir de la primavera y advierte de que el desempleo volverá a aumentar ligeramente el próximo año, incluyendo la llegada de alrededor de un millón de refugiados de Ucrania.