La reunión de los BRICS en Kazán pone de manifiesto la creciente influencia del bloque en contraposición con Occidente y, además, que el pretendido aislamiento de Rusia de la comunidad internacional no es tal, sino que la política occidental de aislar y sancionar a Moscú ha sido un fracaso.
En esta segunda jornada está prevista la asistencia de António Guterres, secretario general de Naciones Unidas, quien el jueves mantendrá una reunión con Vladímir Putin por primera vez en dos años. La visita ha generado una reacción negativa en Ucrania; Volodimir Zelensky no ve con buenos ojos lo que tilda de acercamiento a Rusia por parte de Guterres, mientras el jefe de la ONU considera necesaria su presencia en un foro tan importante de países en vías de desarrollo que engloban a casi la mitad de la población mundial.
Este evento, marcado por la creciente tensión internacional debido a los conflictos en Medio Oriente y Ucrania, será clave para abordar estos temas. El presidente de India, Narendra Modi, ya le expresó a Putin su deseo de que se logre la paz en Ucrania y afirmó que su país está dispuesto a ayudar en cualquier esfuerzo que conduzca a un cese de hostilidades, con el objetivo de poner fin al conflicto más sangriento que ha visto Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Putin, quien ordenó la invasión de Ucrania en febrero de 2022, señaló que la cumbre BRICS servirá como una demostración del creciente poder del bloque de países no alineados con Occidente. Este grupo, que incluye a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, representa el 45% de la población mundial y el 35% del PIB global.
Narendra Modi, en primera jornada, de carácter informal, agradeció a Putin la invitación a Kazán y destacó la “amistad sólida” entre ambos países, al tiempo que subrayó la importancia de resolver el conflicto ucraniano por medios pacíficos. “Hemos mantenido un contacto constante sobre este tema y creemos que la paz debe restaurarse pronto. India está dispuesta a brindar todo el apoyo posible”, afirmó Modi, reiterando su disposición a mediar en el conflicto.
La cumbre BRICS coincide con otra importante reunión de líderes financieros mundiales en Washington, quienes abordan las preocupaciones derivadas de los conflictos en Ucrania y Medio Oriente, la desaceleración económica de China y el impacto de las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Con el bloque BRICS en expansión y más países interesados en unirse, algunos expertos se preguntan si el grupo podrá mantener su cohesión. Aunque China e India son grandes compradores de petróleo ruso, sus relaciones son tensas, y entre las naciones árabes e Irán las divisiones también son profundas.
Durante la cumbre, Putin respondió a preguntas sobre la posibilidad de un acuerdo de paz en Ucrania, afirmando que Rusia no negociará sobre las cuatro regiones del este de Ucrania que ahora considera parte de su territorio. Sin embargo, dos fuentes rusas indicaron que, aunque se habló de un posible alto el fuego, no se espera un avance hasta después de las elecciones en Estados Unidos el 5 de noviembre.
Rusia, que actualmente controla alrededor de una quinta parte del territorio ucraniano, incluida Crimea y gran parte del Donbás, sigue resistiendo los esfuerzos occidentales para aislarla. Putin insistió en que Occidente se ha dado cuenta de que Rusia prevalecerá en el conflicto, aunque sigue abierto a conversaciones basadas en los acuerdos preliminares de alto el fuego alcanzados en Estambul en abril de 2022.