los mercados se mantienen vigilantes en torno a la quiebra de Evergrande, mientras China llena de liquidez el mercado, en un movimiento que traslada cierta tranquilidad.
Las acciones del gigante promotor chino caen este martes un 3%, que se suma al desplome del 19% de este lunes que le han llevado a marcar mínimos de 11 años. Los inversores continúan temerosos sobre cuál sea la actuación de Pekín, ante el inminente impago de bonos de Evergrande de este jueves, que alcanzan los 83,5 millones de dólares, y no tanto por la cantidad, sino por los 300.000 millones de dólares en los que gira su pasivo y su efecto sobre la banca China.
De momento, parece descartado un rescate directo de la promotora, sin embargo, todavía falta por ver si el Gobierno tutela una reestructuración de deuda o la quiebra. La agencia de rating SP descarta que el colapso de Evergrande conlleve una avalancha de quiebras pero tampoco será irrelevante. Creen que un evento de estas características puede “sacudir a los inversores”.