MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
La alta rentabilidad de la banca mayorista es sostenible, pero con un cambio de enfoque hacia la transaccional, según un informe de la consultora Oliver Wyman, que sostiene que las previsiones son optimistas, aunque cree que habrá una disminución de los ingresos más adelante.
“Los retornos del 12% son sostenibles dado el entorno macro y regulatorio positivo. Vemos margen para llegar incluso a un valor más alto y desbloquear valor oculto a través de un cambio de enfoque hacia la banca transaccional, y en particular, en el segmento de pagos de alto crecimiento”, explica el estudio.
Esta rama ha demostrado su capacidad de resistencia durante la tensión económica de la pandemia y ha logrado el mejor año en una década, con un aumento de los ingresos del 7% interanual y una ratio de rentabilidad (ROE) del 12%, según datos del informe.
En cuanto a los ingresos, la consultora cree que estos disminuirán a partir de 2020, pero se mantendrán en el rango o por encima de los niveles registrados entre 2017 y 2019.
Con los bancos europeos inmersos en importantes programas de reestructuración de costes, Oliver Wyman cree que los ROE a lo largo del ciclo serán superiores a los niveles prepandémicos, situándose entre el 9% y el 10%.
Asimismo, los rendimientos sostenibles y el crecimiento de la banca mayorista a largo plazo podrían impulsarse mediante una mejor divulgación de la información, que podría proporcionar aumentos de cotización medios del 15%, lo que equivale a más de 200.000 millones de dólares (166.525 millones de euros) de capitalización para el sector.
LA BANCA TRANSACCIONAL, UN SEGURO FRENTE A NUEVOS PARTICIPANTES
La consultora apunta que se está reduciendo la brecha de valoración con las entidades no financieras, con la banca mayorista infravalorada en relación a otros actores no financieros que disfrutan de un PER (relación entre el coste de la acción y los beneficios que obtiene) medio de dos a cuatro veces superiores a los de los bancos mundiales.
“En algunos casos los nuevos participantes complementan y enriquecen la oferta de los bancos, pero el riesgo de desintermediación para los bancos es alto, y la actividad no bancaria ya ha contribuido a un descenso del 20% en los márgenes de comisiones de los bancos durante los últimos 4 años”, expone el informe en referencia a las fintech, entre otros nuevos actores.
Esta tendencia se acelerará a medida que aumente el ritmo de la digitalización impulsada por la pandemia, al mismo tiempo que disminuyen las barreras regulatorias, lo que permite la entrada de esas entidades no bancarias en áreas que antes estaban “vedadas” para ellas.
Asimismo, las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC) corren el riesgo de desintermediar aún más a los bancos, aunque su adopción se encuentra todavía en una fase inicial y la dirección en la que se desarrollarán no está “nada clara”.
“Los bancos que están dando prioridad a la banca transaccional ahora están mejor posicionados para defenderse de estas amenaza”, sentencia el informe.
ESTRATEGIAS PARA EVITAR LA DESINTERMEDIACIÓN
La consultora propone reforzar el modelo comercial para recuperar las pérdidas del 2020 y con el objetivo de liberar el crecimiento y defenderse del riesgo de desintermediación por parte de actores no bancarios en la banca transaccional.
Esta última también debe crecer y posicionarse para captar 400.000 millones de dólares (millones de euros) de modelos de negocio basados en los servicios, algo que las grandes entidades ya están buscando a través de ofrecer la banca como un servicio (BaaS), con iniciativas C2B y B2C y con ecosistemas sectoriales a gran escala.
La integración es otra de las claves: “usar o dejar de usar” los activos de pagos integrados. “Sostenemos que los bancos deberían “usar o dejar de usar” estos activos, ya sea integrándolos mejor e impulsando el crecimiento, o desprendiéndose de ellos”, concluye el estudio.