Las Fuerzas Armadas de Israel informaron este martes que habían distribuido cientos de paquetes de alimentos en áreas aisladas del norte de Gaza, mientras los combates en la región se intensificaban en vísperas de la fecha límite impuesta por Estados Unidos para que Israel aumente su ayuda humanitaria al enclave palestino, bajo amenaza de reducción de asistencia militar.
Israel se enfrenta a una creciente presión internacional debido a la grave situación humanitaria que afecta a los civiles en Gaza, quienes han estado prácticamente aislados durante semanas. “Estamos presenciando casos alarmantes de desnutrición tanto entre niños como adultos. Estamos luchando por proporcionar incluso una comida al día a nuestros trabajadores hospitalarios en medio de una grave escasez de alimentos y suministros médicos”, dijo Hussam Abu Safiya, director del Hospital Kamal Adwan en el norte de Gaza al medio Reuters.
A medida que se acercaba el plazo de 30 días impuesto por Washington, las autoridades israelíes se han apresurado a cumplir algunas de las demandas de Estados Unidos, aunque sigue sin estar claro si estos esfuerzos serán suficientes para satisfacer los requisitos y evitar un recorte en el apoyo militar estadounidense.
Estos anuncios contrastan con las pruebas presentadas por el ministro de Asuntos Exteriores de Sudáfrica, Ronald Lamola, ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que acusan a Israel de utilizar el hambre como arma de guerra y como medio para desplazar la población de Gaza.
Este martes, el ejército israelí anunció además la apertura de un quinto cruce hacia Gaza, en respuesta a una de las demandas de Estados Unidos. Según el comunicado, este paso permitiría el ingreso de alimentos, agua, suministros médicos y materiales de refugio al centro y sur de Gaza. También se informó que el ejército entregó cientos de paquetes de alimentos y miles de litros de agua en centros de distribución para civiles en el extremo norte de Gaza. Sin embargo, a pesar de estas acciones, las perspectivas de un alto el fuego o de llegar a un acuerdo para detener los combates parecen más distantes que nunca, especialmente ante la posibilidad del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, lo cual podría reforzar a los sectores en línea dura del gobierno israelí.
En este contexto, Lamola subrayó que la responsabilidad de sancionar el crimen de “genocidio” recae en todos los países y reiteró que las pruebas presentadas por Sudáfrica “demuestran inequívocamente que los actos genocidas de Israel en Gaza tienen la intención especial de cometer genocidio”. Además, destacó que el enfoque de su país se basa en la propia experiencia de Sudáfrica en el colonialismo y el apartheid, así como en el derecho internacional.
El presidente Joe Biden ha ofrecido un fuerte respaldo a Israel desde que hombres armados liderados por Hamás atacaron Israel en octubre del año pasado, dejando a miles de fallecidos y tomando a más de 250 rehenes. Sin embargo, a medida que aumenta el número de victimas, las relaciones entre Estados Unidos y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se han vuelto cada vez más tensas.