MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
El sector de la alimentación representó más de la mitad del total de inversión en ‘retail’ tradicional o inversión inmobiliaria en España en 2021, con 452 millones de euros, lo que supuso también la segunda cifra más alta, solo superada por la inversión de 675 millones de euros del ‘boom’ de 2020.
Los datos que se desprenden del informe ‘La distribución alimentaria en España’ de la consultora inmobiliaria Savills, revelan también que el 98% de la inversión de 2021 correspondió a portafolios de supermercados, lo que supone un importe medio desembolsado de 4,3 millones de euros por activo, mientras que la formula más utilizada fue el formato ‘sale-lease back’, con un 43% de la inversión.
El perfil del comprador fue muy variado, con inversores institucionales y privados. Así, el 98% de la inversión total en supermercados fue efectuada por fondos, de los que un 57% eran de origen americano, mientras que el 44% de los vendedores fueron operadores de alimentación y un 35% sociedades anónimas cotizadas de inversión inmobiliaria (socimis).
LOS SUPERMERCADOS ONLINE TIENEN AÚN POCO PESO
De acuerdo con los análisis de Savills, la pandemia y la limitación de la movilidad impulsaron el aumento del canal online para la compra de productos de alimentación, pero su peso dentro del total de la distribución es aún bajo, con solo el 4,5% del total de operaciones de e-commerce.
Por ello, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el supermercado sigue siendo el canal de compra preferido de los españoles y en 2020 concentró el 47% de la facturación en alimentación.
Sin embargo, desde Savills se señala que los hábitos de consumo han cambiado con la irrupción del ‘delivery’, que ha marcado un antes y un después. La diferenciación, la especialización, la inmediatez y la conveniencia marcarán el futuro del sector, con el auge del modelo ‘Q-Commerce’, centrado en las entregas ultrarrápidas.
LA ALIMENTACIÓN, UN SECTOR RESILIENTE
Respecto a la rentabilidad, la evolución histórica de los niveles de renta demuestra la resiliencia del sector de la alimentación en un contexto de crisis económica.
Sin embargo, se está reduciendo el poder de negociación de los propietarios, ya que los operadores de alimentación se han vuelto “más rígidos” en las negociaciones al ser conscientes de su atractivo y porque la propia saturación del mercado hace cada vez más necesario ser más selectivo en la selección de las ubicaciones.