MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
La Asociación Hipotecaria Española (AHE) confía en que las ayudas directas de hasta 7.000 millones de euros para las empresas más desfavorecidas ayudarán en parte a mitigar el impacto negativo sobre las carteras de morosidad de las entidades financieras.
En una nota, la AHE también ve positivo para mitigar este impacto el segundo fondo dotado con hasta 3.000 millones de euros que persigue que las entidades financieras concedan reestructuraciones de deudas a las empresas que hayan obtenido financiación a través de las líneas de avales públicos y tengan capacidad para seguir operando en el futuro.
En el segmento de hogares, se observa que en este caso las medidas de apoyo en el ámbito financiero han ido más encaminadas a preservar la capacidad de reembolso de los mismos, aprobándose para ello diversas moratorias, que incluso en el caso de los préstamos garantizados con hipoteca podía extenderse hasta 12 meses de carencia en la amortización del principal.
Según datos del Banco de España a finales de marzo de 2021, fecha en la que expiró el plazo de solicitud de las moratorias tras prorrogarse en reiteradas ocasiones, se habían suspendido 1,44 millones de préstamos, con un saldo pendiente de amortización de 56.745 millones de euros.
En contraste con la evolución que han mantenido las exposiciones de empresas, el crédito a hogares ha continuado reduciendo el saldo en vigor a razón de un descenso del 1,5% a lo largo de 2020. “Esta disminución ha sido especialmente acusada en el caso de los préstamos hipotecarios”, apostilla la asociación.
Dentro de este panorama incierto, la AHE advierte de que el sector financiero se enfrenta todavía a un año con algunas incertidumbres en torno al volumen de actividad y las insolvencias que pudieran aflorar a lo largo del año como consecuencia de la pandemia, ejerciendo una presión adicional sobre una rentabilidad ya de por sí muy lastrada por el entorno de tipos de interés.
No obstante, la AHE reconoce que las perspectivas sobre la rentabilidad de la banca han mejorado considerablemente durante los primeros compases del año, debido a que la evolución del coste de riesgo está resultando favorable por las menores provisiones que previsiblemente requerirá este ejercicio frente al año anterior, además de la mejora de ingresos que debe arrojar la progresiva reapertura de nuestra economía.