MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
El crecimiento de la actividad del sector privado de la zona euro se aceleró en mayo hasta máximos desde febrero de 2018, gracias al levantamiento de restricciones que impulsó la recuperación del sector servicios, según refleja el índice compuesto de gerentes de compras (PMI), que subió hasta los 57,1 puntos desde los 53,8 del mes anterior.
En concreto, el índice de actividad del sector servicios escaló en mayo hasta los 55,2 puntos, frente a los 50,5 del mes anterior, su mejor lectura en casi tres años, mientras que el dato manufacturero subió hasta los 63,1 puntos desde los 62,9 de abril, su mejor lectura de toda la serie histórica, que se remonta a 1997.
Entre los países cubiertos por el estudio, los mejores datos de actividad se observaron en mayo en Irlanda, donde el PMI subió a máximos de 21 años, y España, con la mejor lectura del índice desde 2006, mientras que Italia, a pesar de registrar la mejor lectura del PMI en 39 meses, era la economía menos pujante en mayo.
Gracias a la continua fortaleza de la demanda de productos manufacturados y a una notable mejora de los nuevos pedidos recibidos por el sector servicios, los nuevos pedidos del sector privado en su conjunto aumentaron al ritmo más fuerte desde junio de 2006, señalan los autores de la encuesta.
De hecho, tal fue el incremento de los nuevos pedidos que las empresas tuvieron dificultades a la hora de poner al día las cargas de trabajo, incrementando los pedidos pendientes por tercer mes consecutivo, lo que alentó a las empresas a contratar más personal por cuarto mes consecutivo.
“El vasto sector servicios de la zona euro volvió a cobrar impulso en mayo, iniciando una sólida recuperación que parece que se mantendrá durante todo el verano”, indicó Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit.
No obstante, el experto señaló que un área de creciente preocupación son las limitaciones de la capacidad, tanto en términos de escasez de suministros como de dificultades para contratar personal nuevo para satisfacer el reciente incremento de la demanda, lo que está provocando una subida en las presiones de los precios.
En este sentido, explicó que, aunque estas presiones deberían disminuir a medida que mejoren las condiciones de la oferta, pueden seguir siendo un motivo de preocupación durante algunos meses, “especialmente si la escasez de mano de obra se traduce en salarios más altos”.