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El mes de agosto ha marcado un máximo histórico en la factura de la luz, y el comienzo de septiembre con un nuevo récord de la luz, que se dispara hasta los 132,47 € MW/h, frente a ese respecto, el profesor O´Kean, apunta que a las empresas no les va a quedar otra que repercutir la luz en sus precios. En ese mismo contexto, ha apuntado que la luz es un servicio inelástico, ya que el precio no influye en lo que se gasta.
En cuanto a la subida del Salario Mínimo, el profesor ha apuntado que hay dos tipos de trabajadores que se ven afectados por el salario mínimo: los que su producción no alcanza ese salario mínimo, y los que los trabajadores que generan más valor que el SMI. En el primer caso las empresas no podrán hacerlo frente, y en el segundo caso, sí que se podría lleva a cabo un subida del salario. todo esto sumado a que todavía nos encontramos con empresas en situación de ERTE, si vamos manteniendo empleo, subir el SMI, lo veo con buenos ojos, así como el resto de salario. Todo esto en un contexto en que El Ministerio de Trabajo y los Agentes Sociales se reúnen este miércoles, para debatir una subida del salario mínimo. Un encuentro en el que los sindicatos podrían aceptar un alza “simbólica” del SMI si se pacta una senda de subidas hasta final de legislatura. El secretario general de CC OO, Unai Sordo, ha indicado que si la patronal mantiene su oposición a la subida, “el Gobierno tiene que hacerlo a través de un decreto”.
Con La inflación de la eurozona escala al 3% en agosto y marca máximos desde 2011. José María O´kean apunta que nos encontramos en un momento de anunciar que se van a retirar esos estímulos, pero hasta que el PIB y el empleo no empiece a repuntar en los países centrales, habría que mantenerlos, y luego ir retirándolos poco a poco para el año 2022. En un momento en el que Robert Holzmann, presidente del Banco de Austria, se ha posicionado del lado de los halcones, destacando que ya ha llegado el momento de que el organismo empiece a debatir cómo se van a retirar los estímulos extraordinarios que el BCE lanzó en 2020 contra la pandemia, mientras que Luis de Guindos reconoce que la economía europea sigue en un momento frágil y apuesta por no retirar los estímulos.