MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
Jordi Sevilla, ‘senior advisor’ de Contexto Económico en LLYC y exministro socialista de Administraciones Públicas, ve “imprescindible” impulsar el pacto de rentas propuesto por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a los agentes sociales para evitar caer en una espiral inflacionaria, ante el impacto del conflicto en Ucrania por la invasión de Rusia.
Sevilla ha señalado, a través de un vídeo de Contexto Económico de LLYC publicado este miércoles que el escenario central es que si Putin acaba ocupando Ucrania la situación se enquistará y esto se traducirá para España en más inflación, algo menos de crecimiento este año –quizás un punto– y daños puntuales en empresas muy presentes en Rusia, vinculadas al turismo ruso o a la importación de piensos y aceites de girasol desde Ucrania.
“Será un daño más microeconómico que macroeconómico, que deberá ser compensado por el Estado como se hizo con el impacto de la pandemia”, ha apuntado Sevilla.
El exministro socialista ha señala que con este conflicto se ha levantado un “telón de acero” en defensa de la democracia y otra vez frente a Rusia, su expansionismo y su autocracia. “La guerra de Putin contra Ucrania ha significado un vuelco disruptivo en un mundo que empieza a salir de la peor pandemia de su historia reciente”, ha recalcado.
En el plano político, Sevilla ha destacado que la guerra ha reactivado a la OTAN, ha impulsado la unidad de la Unión Europea, ha reforzado los vínculos entre Estados Unidos y Europa y ha neutralizado a China “de momento”.
En este sentido, ha asegurado que las sanciones impuestas a Rusia representan su exclusión del sistema económico mundial y con ello la reaparición de los bloques y el “fin” de la globalización “como ideal de un mundo unido por sus interrelaciones”.
Con todo, Jordi Sevilla ha recordado que Rusia no es una potencia económica mundial, ya que su PIB es la mitad que el francés, su renta per cápita un tercio de la española y depende del resto del mundo mucho más que el resto del mundo de ella, excepto por las importaciones de gas y petróleo que han quedado de momento excluidas del embargo.