Jeremy Hunt ha tenido que dar marcha atrás en el “gatillazo” fiscal de Reino Unido
El nuevo canciller de Hacienda ha tenido que dar marcha atrás al igual que su predecesor. Dice que el “crecimiento” económico está muy bien pero claro, debe ir acompañado de confianza y estabilidad. Ha tenido que reconocer que no tiene sentido hacer recortes de impuestos si después es más caro financiarse en los mercados por el miedo que siembran precisamente esos recortes de impuestos.
Las promesas del super plan fiscal parece que se va a quedar en nada:
Lizz Truss el viernes despedía a Kwarteng pero también anunciaba la subida del impuesto de sociedades del 19 al 25%. Ahora, el estrenado Jeremy Hunt también dice que el tipo mínimo del impuesto de la renta se queda en el 19%.
De recortar los impuestos a los dividendos, nada; Se quería incluso eliminar el IVA para turistas extranjeros en algunas compras, algo que ahora descarta de plano el nuevo canciller. Es decir, con este giro de 180 grados en materia de impuestos se espera recaudar 32.000 millones de libras.
Pero además, Jeremy Hunt dice que el tope a la factura energética de los hogares de Reino Unido durará tan solo hasta abril del año que viene porque no se sabe aún cómo evolucionarán los precios.
En definitiva, un gatillazo fiscal que tiene hasta a sus compañeros de partido hartos: de hecho, miembros del propio partido conservador presionan a Lizz Truss para que dimita. Como el parlamentario Jamie Wallis, que ayer mismo envió una carta abierta a Truss y decía “DIMITE PORQUE NO TIENES LA CONFIANZA DE ESTE PAÍS”.