Varios medios de comunicación israelíes publican que una parte del ejército, el Comando Norte, ha realizado maniobras que simulan operaciones terrestre en el Líbano, lo que supondría un entrenamiento previo a la incursión real.
La tensión en la región no deja de crecer; en los últimos días, ambos bandos están realizando intercambios de ataques. El ejército israelí ha alcanzado cientos de objetivos en el interior del Líbano, contra depósitos y almacenes de armas y municiones, sistemas de lanzamiento e incluso líderes de la facción armada. El número de víctimas mortales se acerca a las 600, según el último recuento, y casi 2000 heridos. Los ataques de este miércoles indican que el frente de los objetivos del ejército de Israel se está agrandando.
Hezbolá afirma haber disparado un misil este miércoles contra la sede de la agencia de inteligencia Mossad en las cercanías de Tel Aviv, proyectil que fue interceptado por la defensa aérea israelí tras detectarlo cruzando el cielo libanés. Asegura que se trata de un misil Fadi 3, y esta sería la primera vez que se utiliza contra Israel. No se ha informado de daños o víctimas. Pero son casi un centenar los lanzamientos efectuados contra territorio israelí en los últimos días, entre proyectiles y aviones no tripulados.
Los ataques han provocado el desplazamiento de medio millón de personas que huyen del sur del Líbano y se refugian en escuelas, hospitales y otros edificios.
Egipto, Jordania e Irak han emitido este miércoles un comunicado conjunto en el que condenan los recientes ataques israelíes en suelo libanés y acusan a Israel de estar “empujando a la región hacia una guerra total”.