El ministro de energía israelí, Eli Cohen, ha advertido de que su país podría atacar las instalaciones nucleares de Irán en represalia por los ataques con misiles iraníes a Israel, según ha informado Sky News Arabia este viernes.
Cohen también ha mencionado que, cuando se trata de responder a Teherán por su ataque del 1 de octubre, “todas las opciones… están sobre la mesa”.
Esta declaración se ha conocido después de que se informara que Israel había preparado un plan para un contraataque contra Irán que podría ocurrir antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
En las últimas semanas, la administración del presidente estadounidense, Joe Biden, ha instado a Israel a desechar sus planes de un contragolpe a las instalaciones nucleares y energéticas de Teherán para limitar una posible escalada en el conflicto.
Sin embargo, el Estado judío se ha mantenido firme en que es libre de actuar como considere oportuno para sus intereses nacionales, afirmando que será Israel quien tome la decisión final sobre el ataque.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Irán, Abbas Aragchi, declaró el 16 de octubre que su país “está totalmente preparado para una respuesta decisiva y lamentable” en caso de que Israel decida atacarlo. Reiteró que, aunque Irán está tratando de “mantener la paz y la estabilidad de la región”, tendría que actuar en caso de “cualquier aventura” por parte de Israel.
De acuerdo con un informe del Washington Post, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, había acordado limitar sus represalias a objetivos militares iraníes, citando a dos funcionarios no identificados familiarizados con el tema.
El inminente ataque de Israel a Irán ha aumentado la tensión en todo Oriente Medio y ha generado dudas sobre los lazos del Israel con Biden, quien ha intentado múltiples veces, sin éxito, conseguir una tregua en los conflictos del país, tanto con Hamás en la Franja de Gaza como con Hezbolá en Líbano.
Una escalada en el conflicto podría sumir a la región entera en una guerra y afectar los resultados de las elecciones presidenciales estadounidenses, que se celebrarán el 5 de noviembre.