El gobierno israelí estaría dispuesto a aceptar el plan de Estados Unidos y Francia para un alto el fuego con Hezbolá; es lo que publicaba el Canal 12 israelí y replicaban muchos otros medios. Sin embargo, la oficina de Benjamin Netanyahu se ha apresurado a desmentir esa información. Asegura que el primer ministro ni siquiera ha respondido a las propuestas de Estados Unidos y Francia. Por el contrario, el ejército tiene la orden de seguir con los ataques a posiciones de Hezbolá en Líbano.
Francia ya había declarado que estaba preparando un plan, junto a Estados Unidos, que incluiría una tregua de 21 días. Este mismo jueves, Yair Lapid, líder de la oposición, había recomendado no aceptar ningún alto el fuego de duración superior a siete días y vigilando estrechamente que se observe: “Cualquier violación, aunque sea menor, del alto el fuego hará que Israel vuelva a atacar con todas sus fuerzas y en todo el Líbano”. El ministro de Defensa y Finanzas, Bezalel Smotrich, insistió en que un plan de este tipo, con una tregua larga, sólo podría aceptarse cuando Hezbolá fuera “aplastado” y los habitantes de las zonas del norte de Israel regresaran a sus hogares.
Mientras, el ejército israelí continúa realizando bombardeos sobre objetivos en territorio de Líbano, al sur del país; almacenes de armas y municiones, sistemas de lanzamiento de proyectiles e instalaciones estratégicas. Los ataques por parte de uno y otro bando han provocado ya medio millón de desplazados en Líbano hacia Siria.