“Israel empieza a ser un país inviable: si no fuera por EEUU sería una economía en quiebra”. Manjón
Ezequiel Bistoletti, doctor en ciencia política, profesor de relaciones internacionales en Alemania, sostiene que las alarmas sobre un posible ataque iraní a Israel son, en gran parte, una operación mediática occidental. Considera que la lógica de los intereses de Irán no apoya una respuesta militar directa en este momento. Señala que la estrategia de Irán ha sido utilizar grupos armados en lugar de llevar a cabo un ataque directo. Irán ha mantenido una guerra de desgaste a través de organizaciones como Hezbolá y Hamás, evitando comprometerse a un conflicto abierto con Israel.
Bistoletti menciona el concepto de “sorpresas de octubre” en política, sugiriendo que cualquier escalada en el conflicto podría tener un impacto en las elecciones en EE. UU. y beneficiar a candidatos como Trump, quien podría adoptar una postura más agresiva hacia Irán.
José Manjón, escritor y analista del Instituto Español de Geopolítica, subraya que Israel ha fracasado en sus objetivos en el Líbano y en Gaza. Asegura que la situación es cada vez más crítica para Israel, que enfrenta múltiples frentes abiertos sin lograr resultados decisivos. Manjón señala que la economía israelí está en una crisis crítica y que, sin la ayuda exterior, el país podría estar al borde de la quiebra. Este contexto influye en la estrategia del gobierno israelí. Resalta que el apoyo de Estados Unidos a Israel es fundamental y que este apoyo se mantendrá independientemente de quién gane las elecciones en EE. UU. Asegura que no se pueden esperar cambios significativos en la política exterior estadounidense hacia Israel.
Manjón argumenta que tanto Trump como Harris seguirían apoyando a Israel, aunque podrían moderar su intervención en función de los intereses de EE. UU. en la región, que no desean un estallido de violencia a gran escala.