El grupo Hamás ha confirmado la muerte de su líder político, Ismail Haniyeh, en Teherán, donde se encontraba para asistir a la ceremonia de juramento del nuevo presidente de Irán. Un ataque con bombas guiadas contra su edificio habría terminado con su vida y la de su guardaespaldas. Haniyeh tenía su base en Qatar, pero viajaba a menudo como cara visible de la diplomacia internacional de Hamás desde que empezó la guerra en Gaza. Llevaba en el cargo desde 2017 y participaba activamente en las conversaciones de alto el fuego con Israel. Dentro de Hamás, era considerado como moderado.
Las reacciones al ataque mortal contra Haniyeh no se han hecho esperar: el líder supremo de Irán, el ayatola Alí Jamenei, ha declarado que el “deber” de Irán es vengar el asesinato de Haniyeh; ha acusado a Israel del ataque y le amenaza con un “duro castigo”. También el presidente recién nombrado de Irán, Masoud Pezeshkian, ha asegurado que su país “defenderá su integridad territorial, dignidad, honor y orgullo, y hará que los ocupantes terroristas se arrepientan de su acto cobarde”. Pese a que no se ha reivindicado el atentado, todas los dedos señalan a Israel como presunto autor del asesinato, aunque no se aportan pruebas aún.
El ejército israelí se ha limitado a comentar que está realizando una evaluación de la situación; se espera que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, se reúna con funcionarios de seguridad a mediodía. Por otra parte, algunos medios israelíes publican que se ha elevado el nivel de alerta de seguridad en todas las misiones diplomáticas israelíes en todo el mundo.
El grupo armado gazatí, por su parte, asegura que la muerte de Ismail Haniyeh pretendía quebrar la voluntad de Hamás, pero que no lo conseguirá, al contrario, hace aún más fuerte su fe en la victoria. Añade un alto funcionario citado por Reuters que se trata de una grave escalada, y así lo confirma también Qatar, que habla de “peligrosa escalada”.
Tanto China como Rusia, Irán, Palestina o Turquía han condenado el asesinato del líder de Hamás; Occidente se mantiene en tensa calma.